¡No corras sin mí! (Street Art) [EDITANDO]

Capítulo 69: La primera vez

A la tarde del día después Christopher y Dulce fueron a su casa junto con los otros partícipes de la obra para ver la grabación que había hecho la Octavia al amanecer. Hasta Michi había llegado con su mascota; un gato negro.

La periodista había pasado por el lugar con una mochila de acampar, un jockey y una cámara escondida de Lúa. Se hizo pasar por extranjera para que no la tomaran por sospechosa.

-¿Y no hay palomitas?- preguntó Christopher mientras Lúa conectaba la cámara a la televisión.

-Tu princesa ya se las comió el miércoles en la tarde ¿Recuerdas?- dijo Octavia de manera graciosa revolviéndole el pelo a Dulce.

-¡Me dijeron que no había ningún problema en hacerlo! Y solo quedaban como cuatro, ustedes se habían comido las otras... ¡Así que no digan nada!-.

-También me quede sin huevos por tu culpa- le repercutió Oscar.

-¡Oh vamos! Hace mucho que ya los perdiste -bromeó Christopher- Y no es precisamente culpa de Dulce-.

Todos rieron y Lúa prendió la pantalla del televisor.

-Ya está listo-.

-Oh, justo a tiempo. Apaga las luces que tengo ganas de actuar como adolescente en el cine ahora que tengo a mi chica a mi lado- sonrió Christopher abrazando a Dulce por los hombros y besándole la mejilla.

La chica le pegó en la pierna al escuchar sus palabras, pero igual se acurrucó en sus brazos.

-No lo haré solo porque eres tú- dijo Octavia sentándose en el sillón.

-Hey...-.

-Ya sabes que no puedo pararme cuando me siento en el sillón-.

Claro que lo sabía. Demasiados años de amistad para no saberlo.

-Le diré a Poe que la apagué- dijo Michi mientras acariciaba el lomo de su gato.

-¡Oh vamos! Un gato no puede...-.

Pero Christopher no pudo terminar la frase al ver como el gato ágilmente apagaba el interruptor.

-Solo hay que saber hablar con ellos- se encogió de hombros.

-O poseerlos- dijo Oscar encogiéndose de hombros.

Michi lo miró mal y Poe inmediatamente hizo eso que hacen los gatos cuando están enojados.

-Mierda- masculló asustado.

-Esconderé mi cuello antes de que el gato lo vea y quiera devorármelo- susurró Dulce hundiéndose en el sillón.

Christopher rió por lo bajo y la apretó aún más contra su cuerpo -Oh vamos, eso solo puedo hacértelo yo-.

La chica lanzó una sonrisa y miró la pantalla, donde ya había empezado el vídeo.

La imagen se movía mucho. Seguramente por los pasos de Octavia que a medida que se iban acercando a la pared se podía distinguir la escena con mayor facilidad.

Habían dos patrullas y se escuchaban las blasfemias de uno de los policías, por la cara de los otros uniformados, supo que lo estaba haciendo hace ya bastante.

A Dulce se le pusieron los pelos de punta al darse cuenta de quien era. El policía que casi los había arrestado la otra vez. La misma panza, los mismos bigotes.

-¡Malditos delincuentes! Mira Luis, esto pasó frente a nuestros ojos ¡Frente a nuestros propios ojos! ¡Nos vieron la cara de imbéciles a todos nosotros! Sobre todo a ti que te tocaba estar despierto en ese momento- gritaba.