Capítulo 8: ¡Despierta!

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-Dulce- la movió con un poco de brusquedad. Ya había sido la tercera vez que la mecía.

-¿Mmm?- abrió los ojos y levantó la cabeza. Miró hacia Raúl que estaba muy cerca suyo. Lanzó un gemido de sufrimiento y volvío a poner su cara en la mesa.

-La clase termino, debemos de irnos- la movió nuevamente.

Se levantó rápidamente y miró alrededor. Efectivamente estaba en la sala de clases, pero esta estaba vacía. Tenía un poco de baba en la cara y se la limpió rápidamente.

-¿Estás bien?- le preguntó Raúl.

Dulce se demoró un poco en responder -Si, solo tengo un poco de sueño- se pasó la mano por el pelo.

-¿Quieres un café?-.

-Si estaría bueno- recogió sus cosas y fueron caminando hacia la cafetería.

Había llegado a su casa a las 4:30 de la mañana y había despertado con el peso de la noche anterior. Había alargado bastante la alarma hasta una hora por lo menos, perdiéndose como la semana pasada su junta con sus amigos antes de clases.

-De nuevo no llegaste para juntarnos temprano hoy-.

-Lo sé-.

-¿Por qué?-.

-Porque estoy muerta de sueño ¿Qué no me ves?- odiaba cuando Raúl le insistía tanto en esas cosas. Habían sido novios hace mucho y todavía era medio posesivo con ella.

-Si, es que me pareció raro en ti, siempre has sido muy buena alumna y eres la primera en llegar y...-.

El teléfono de Dulce empezó a sonar -Espera un segundo- le pidió a Raúl.

Era Luciano.

-¿Aló?- contestó.

-Dulce ¡Te amo ¡Te amo! ¡Te amo! ¡Eres la mejor hermana del mundo!- le gritó por el celular.

Dulce alejo un poco la oreja del teléfono -Gracias por el reconocimiento. Siempre lo he sabido, sobre todo porque ayer me mandaste sola a sacar fotos. Pero ¿A qué se debe en esta oportunidad?-.

-¡Se debe a que tus fotos están espectaculares! Estoy revelándolas y están... ay es que ni siquiera tengo palabras- se veía emocionado.

Dulce sonrío, le encantaba ser eficiente en su trabajo y que la adularan por lo bien que lo hacia. Había salido segunda en su generación del curso de fotografía.

-Pues entonces pon mi nombre en tu trabajo-.

-¡Eso es lo que haré! Además con esto voy a terminar antes de lo planeado, quizás la próxima semana sea la última vez que vayamos, así que debes más que alegrarte-.

Ella no supo que decir por unos segundos, por un lado significaba un descanso para ella y el dejar de salir todos los jueves que aunque solo habían sido dos veces le habían afectado bastante su rendimiento en las clases del día siguiente. Pero por otro lado sentía que se está adentrando a algo tan interesante... gente con tantas cosas que contar. No le mentiría a nadie, ayer lo había pasado más que bien después de todo y que terminara tan pronto este proyecto no la ilusionaba para nada.

-¡Que bueno! -trató de disimular- Supongo que después de este favor que te hago me deberás bastantes cosas-.

-¡Las que quieras, las que quieras! -prometió-  Ahora te tengo que cortar, te muestro las fotos cuando llegue a casa-.

-Bay- se despidió y le cortó.

Se dio vuelta y Raúl estaba con un café en la mano.

¡No corras sin mí! (Street Art) [EDITANDO]Where stories live. Discover now