Capítulo 82: En marcha

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Dulce estaba frente a todos esos abogados como si fuera su maldita jefa. Todos estaban sorprendidos por la facilidad en la que se desenvolvía frente a todos esos experimentados, también probablemente se reirían a sus espaldas después de aquello, pero no le importaba.

Estaba demasiado exaltada para preocuparse por estupideces. Tomó la taza humeante entre sus manos. Esa debía de ser su quinto café desde que había llegado a su casa. Le temblaban las manos. Pero se decía a sí misma que era por la excitación.

¡No podía creer que su padre había podido reunir a todas esas personas para el medio día!

Octavia, Lúa, Oscar, Pancho, sus padres, Luciano y cuatro abogados de traje estaban en su sala de estar.

-No creo que tenga que presentarles el caso, mi padre ya me dijo que les había contado y con todo lo que se ha visto en la tele creo que es un gasto de saliva- dijo Dulce apoyándose en la mesa.

-Es el caso Toph ¿No es así?- preguntó uno de los abogados. Era el más joven de todos.

-Efectivamente-.

-Entonces tiene razón, no necesita presentación- dijo con una pequeña sonrisa.

-¿Pero no es eso en menos de dos semanas?- preguntó otro.

Dulce abrió los ojos y asintió.

-¿Y tendremos lo que tuvo el anterior abogado?- preguntó Ricardo. El amigo de su papá y el socio mayoritario de aquella firma.

Dulce lo había visto en cenas, almuerzos y paseos, más en su infancia que en su adolescencia. Con Fernando eran amigos de toda la vida y era con el quien se había contactado.

-Si, pero no creo que sea mucho- contestó con sinceridad.

Octavia levantó una carpeta guardada bajo su brazo y se la pasó a uno de los abogados. El la abrió y si, no era mucho.

-¿Sólo esto?- preguntó sorprendido.

Dulce sintió que sus energías positivas disminuían fuertemente ¿Y si decían que no? Era totalmente entendible por la pronta fecha. Prácticamente había que armar un caso desde cero para una semana y unos días. Y Ricardo tenía una imagen que cuidar de su firma. No podían hacer disparates. Y lo que estaba ofreciendo era un disparate.

-Ricardo -interrumpió el padre de Dulce- Ya te dije acerca de este muchacho ¡Es grandioso! E inocente. Todo lo que están haciendo en contra es solo porque se metió con cosas que eran más grandes que el, pero siempre quiso hacer el bien, recuerda como éramos nosotros cuando jóvenes, es igual. Además sabes lo bien que te haría esta publicidad para tu firma, las cámaras están por todas partes y tu estarás de parte de la mayoría de la gente, eso tiene sus beneficios-.

-Pero el caso es en poco tiempo...-.

-Lo sé, pero velo como una especie de desafío, no es imposible, te he visto salir glorioso con las manos vacías, tienes un gran equipo, todos son inteligentes. Saben lo que hacen. No deberían tener miedo de esto. Solo cosas buenas van a salir de esto. Ya verás-.

Ricardo suspiró y miró la carpeta que tenía en sus manos. Hojeó los pocos papeles con un puchero de expresión.

Dulce estaba segura que nunca había estado tan nerviosa en su vida. Se mordió la lengua para no rogar e insistir como desesperada. No quería echar a perder el discurso de su padre.

¡No corras sin mí! (Street Art) [EDITANDO]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang