¡No corras sin mí! (Street Art) [EDITANDO]

Capítulo 56: Nada

No, definitivamente no eran celos, algo parecido al dolor... ¿Traición quizás? Pero de lo que si estaba segura era de que algo empezaba a bullir en su interior.

¡Era su maldita mejor amiga! Y estaba... estaba con ese idiota. Con ese idiota que tenía una media sonrisa implantada en su estúpido rostro.

-Dulce -sonrió Irina con una sonrisa un poco plástica- ¿Cómo estás?-.

-Yo... -trago duro- estoy bien ¿Y tú?-.

Christopher agarró la mano de Dulce con fuerza y la acerco a él.

Si eso era lo que necesitaba, para relajarse y que entrara aire a su cerebro, y funcionaría si... ¡Si Raúl no estuviera mirándola tan fijamente!

-Bien gracias-.

-Me gusta tu cambio de look- desvió el tema.

-Gracias... quería probar algo diferente-.

Pero en novios tenía que repetirse el mismo plato podrido de su amiga ¿No?

-Y veo que trajiste a... Christopher-.

¿Era cosa de Dulce o había dicho el nombre con un mal sabor en la boca?

-Si... ya sabes-.

-Bueno... -interrumpió Raúl- ¿Creo qué es tiempo de subir no? Tengo muchas ganas de divertirme este fin de semana, mi preciosa- le dio un pequeño beso en los labios a su novia, mirando de reojo a Dulce.

Ok, eso era demasiado extraño.

-¡Si!- lo apoyo Natalia tratando de salir de esa incómoda situación en la que se habían metido.
Se acercó a Dulce y le tomo el hombro.

-Te juro que no sabía nada de esto amiga yo... créeme que no hubiera ideado todo esto si hubiera tenido la más mínima idea- le susurró.

-Lo sé, no te preocupes Natalia- le sonrió sin los dientes antes de que su amiga fuera hacia las escaleras. Seguida por Julián que también le entregó una pequeña sonrisa.

Irina le tomo la mano a su nuevo novio y pasaron al lado de Chris y Dulce, Raúl le rozó la pierna con la mano y fue imposible que un escalofrío no pasara por su cuerpo, tuvo ganas de agarrarlo y gritarle, pero se contuvo. Debía ser un buen fin de semana, estaba con Chris y sus amigos.

Se lo iban a pasar toda la sorpresa de esa extraña relación, tenía que hablar con Irina para saber cómo demonios había sucedido todo esto e iba a ignorar a Raúl...

¿Pero por qué no se iba esa sensación de su estómago? Esa extraña sensación de incomodidad.

-¿Estás bien? -preguntó Chris agarrándole los hombros- Te notó muy tensa-.

Ella se soltó y rehusó su mirada. No quería preocuparlo por algo que a lo que no quería darle importancia.

-Si si... es solo que me sorprende un poco que estén... ya sabes, juntos- miró como ambos subían las escaleras agarrados de la mano.

-Sabes que si quieres que nos vayamos de aquí lo podemos hacer, no me costará para nada-.

Claro que no le costaba.