¡No corras sin mí! (Street Art) [EDITANDO]

Capítulo 16: Asesina

Christopher se bajó del auto antes de que Dulce pudiera preguntarle algo. Pues la había dejado muda y con el corazón palpitando a mil por hora.

El se puso al lado del auto, en la parte delantera y puso sus manos en su pelo. Su cara era de absoluto terror.

Lo primero que pasó por la mente de Dulce fue que mató a un perro, un conejo o un gato ¡Pero ni siquiera había sentido un golpe o algo que le avisara! Además había estado con los ojos bien atentos en la calle.

Sintió su estómago revuelto.

-No puedo creerlo- dijo Christopher en shock.

-¿Qué? ¿Qué pasó?- preguntó preocupada.

El solo miraba el asfalto. Se bajó del auto con cara de preocupación.

-Asesinaste... asesinaste a ¡Bob Esponja!- gritó Christopher rompiendo a reír.

Dulce miró al suelo y efectivamente había un dibujo de un bob esponja atropellado en el suelo.

Y a ella que casi se le salía el corazón por la boca.

Se acercó hacia Christopher furiosa -¡No es chistoso! ¡Casi sufro un infarto!- lo empujo débilmente.

Christopher rió más fuerte -Es que hubieras visto tu cara- se burló.

-¿En serio tienes 26 años? Porque eres un inmaduro de mierda- le atacó.

El se calló de inmediato y la miró seria -No se porque te quejas tanto, si tanto querías ver una obra mía y ahora te enojas-.

Dulce miró nuevamente hacia el suelo y se agachó para contemplar a Bob Esponja de una mejor manera. Sintió como se le encogió el corazón.

Christopher le había dicho que no le mostraría algo de él pero igual lo había hecho. Sabía que quizás no era la mejor obra de todas -pues estaba segura de que su trabajo sería fenomenal- y aunque esto era demasiado ingenioso sabía que Christopher daba para más.

Levantó la cabeza -Gracias-.

Christopher se agachó con ella también -No hay de que, total, supongo que después de esto me dejaras tranquilo ¿No Terminator?-.

Dulce negó y asomó una pequeña sonrisa desde su boca -Te insistiré más-.

El en vez de darle una respuesta ingeniosa y que la molestara sonrío también.

-Bueno, supongo que es momento de que te vayamos a dejar a tu casa ¿No?- preguntó rompiendo el momento.

-Si -movió la cabeza para aclarar sus ideas- Pero ahora si me guías hasta mi casa-.

Christopher se paró y la ayudó a pararse.

Se fueron en silencio exceptuando las indicaciones de Christopher, pues el sueño se estaba apoderando de ellos y a Dulce le parecía una eternidad lo que se demoraban en llegar a su casa.