Capítulo 66: El tiempo vuela

1.3K 173 114
                                    

¿Era incorrecto lo que estaba haciendo? A Christopher le había rondado esa pregunta la noche anterior y en esa mañana.

Y siempre había llegado a la misma conclusión. No, no era incorrecto. Y tampoco suicida. Para nada.

La ayuda de Lúa era primordial y no estaría solo. Le había pedido a Oscar y a Pancho que trabajaran con él y también estaban buscando a dos personas más que se les unieran en este proyecto. Era peligroso, claro, pero no una estupidez. Christopher tenía un cierto optimismo acerca de todo esto.

Cuando se levantaba en las noches, no era solo porque en cualquier momento pudieran encontrarlo. Sino que también se desvelaba por todos los que apresaban esa noche. Algunos, apenas jóvenes que querían hacer tags por ahí porque tenían una lata de spray que utilizar. Hasta a los que habían tenido permisos para pintar murales se les había anulado.

No se podía hacer absolutamente nada.

¿Cuántos llevarían presos esa misma noche? ¿Uno, dos, tres? El solo pensarlo le estremecía todo el cuerpo.

La policía había ido a casa de Matilde hace un par de semanas. No le había contado a Dulce porque sabía que se iba a asustar más de lo que ya estaba. La señora fue lo suficientemente astuta para saber que Toph estaba en problemas. Así que les había dicho que ese fin de semana se habían ido a la capital a visitar a su hermana y que cuando habían vuelto el mural estaba pintado en su casa. Los vecinos no habían dicho nada tampoco.

Esto demostraba que no tenían ganas de rendirse. Y por lo mismo tenía que hacer algo.

Estaba harto de quedarse sentado. Por el, haría todo esa misma noche.

La campana de la puerta de entrada sonó y Christopher levantó la vista del mesón donde estaba poniendo los pasteles.

Dulce lo miró con determinación y fue en su dirección. Los pequeños tacones repiqueteando en el suelo.

-Princesa ¿No deberías...?- empezó Christopher sorprendido porque estuviera en la cafetería tan temprano.

-Quiero dejarte las cosas claras Christopher Von Uckermann. -lo interrumpió inflando el pecho- No estoy de acuerdo con lo que estás haciendo, para nada. Si te soy sincera estoy muerta de miedo porque te pase algo. No importa lo premeditada que sea la idea, la encuentro riesgosa y... por mi te secuestraría y te borraría esa maldita idea de la cabeza...-.

La chica respiro profundo nuevamente y apretó su bolso.

-Sin embargo, te entiendo y demonios, quisiera no hacerlo para poder tratar de contra argumentarte, pero no es posible, se que lo que estás haciendo tiene un trasfondo válido. Pero tu eres mi... una persona que me importa mucho, te amo demasiado y no quiero que te pase nada. Nunca. Por eso quiero decir que no estoy de acuerdo con tu decisión pero que sin embargo te apoyaré en lo qué hagas- cerró la boca y soltó un suspiro rápido.

Había hablado muy rápido.

-¿Escribiste ese discurso en un trozo de papel?- preguntó Christopher cruzándose de brazos con la ceja enarcada.

-Lo ensaye seis veces- respondió con sinceridad.

El chico lanzó una pequeña sonrisa.

¡No corras sin mí! (Street Art) [EDITANDO]Where stories live. Discover now