Capítulo 34: Otra sintonía

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Nada como respuesta. Se había quedado dormido de nuevo.

-¡Christopher!- dijo un poco más fuerte.

-¿Qué?- escuchó como respondía irritado.

-Tengo hambre- repitió.

-Pues come-.

-Es que está Oscar y Pancho arriba y me da mucha vergüenza subir-.

-Entonces espera que se vayan a dormir- y se dio vuelta quedando de espaldas a Dulce.

-Ya esperé media hora y todavía no se van- explicó mordiéndose el labio.

Christopher lanzó una gran bocanada de aire y se apoyó en los hombros -¿Qué quieres intensa?- dijo con el pelo revuelto y la mirada pequeña.

-Tengo ganas de cereal con leche- sonrió. Sintió como su panza se retorció con tan solo pensar en meterse un bocado de eso a la boca.

El la miró por unos segundos y luego se levantó.

Ay Dios estaba desnudo. Dulce instintivamente miró hacia otra parte mientras se ponía unos calzoncillos ¿Por qué se comportaba como niña pequeña en ese instante?

-Te los traigo de inmediato- y subió por las escaleras mientras que Dulce le articulaba un "gracias" sin sonido.

-¡Christopher!- se escuchó desde arriba.

Dulce se acercó a las escaleras para escuchar con mayor claridad. Simple curiosidad.

-Hola- dijo con voz ronca.

-¿Cómo te fue en la exposición?- preguntó Pancho.

Dulce se asustó... ¿Les dirá que esta ella abajo?

-Bien-.

-Ah pero que cortante -rió Oscar- ¿Buenas las fotos?-.

-Excelentes-.

-¿Muy cansado?- apuntó Pancho.

-Agotadísimo-.

-¿Y qué haces despierto?-.

-Buscó cereal con leche.. ¿Saben donde está la leche?-.

-En el refrigerador ¿Y tú hambriento a esta hora? ¿Que había poca comida o que?- lo incitó Oscar.

-¡Ya déjalo comer tranquilo! No ves que se trajo a una de las fotógrafas a la casa-.

-¡Nooooo! ¿Estás con una chica?-.

Ay, ya veía Dulce que bajaban los tres y ella ahí más que incomoda por la situación.

-Paren de inventar cosas- dijo Christopher y luego Dulce sintió como bajaba las escaleras con paso lento. Desde ese ángulo pudo admirarlo como no lo había hecho en su momento... si no hubiera tenido tanta hambre seguramente se lo hubiera comido a besos.

-Toma- dijo dándole el plato.

Dulce lo recibió con ansias y se llevó una cucharada a la boca y puso cara de satisfacción -Gracias-.

Christopher simplemente asintió y siguió su trayectoria a su cama. Tenía que juntarse con Octavia por la tarde y no alcanzaría a dormir una siesta antes de irse a trabajar hasta la madrugada. Para estar sonriendo y hacer tragos toda la noche tenía que tener un buen descanso.

¡No corras sin mí! (Street Art) [EDITANDO]Where stories live. Discover now