Capítulo 27: Conclusiones equivocadas

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El despertador de Dulce es la canción

Christopher se tapó con sus manos de manera muy rápida.

-¡Ah!- chilló y se metió de nuevo al baño de un portazo. Se puso la mano en el corazón mientras se miraba al espejo y veía como sus mejillas se ponían cada vez más rojas.

Abrió un poco la puerta del baño.

-¡Lo siento! -gritó apoyada en la puerta, para que no la pudiera ver- ¿Puedo pasar ahora?-.

-Eh... si espera un segundo -Dulce se pego en la frente para no reírse en voz alta ¡Que oso!- ahora sí-.

Asomó un poco la cabeza y vio como Christopher tenía puestos unos calzoncillos ¿No se podía haber puesto los pantalones al menos? Aunque por ella prefería que siguiera desnudo. No le importaba lo más mínimo...

¡Claro que si importaba! se reprendió ella misma.

-Tu toalla- se la adelanto con la mano.

Dulce la tomó sin mirarlo y luego entró lo más rápido que pudo al baño.

La ducha había sido más que necesaria. Se había enjabonado por lo menos tres veces hasta quedar lo suficientemente limpia. De cuerpo y pensamiento.

Pero Christopher seguía en su cabeza. Christopher encima de ella. Christopher besándola. Christopher en toalla. Christopher sin nada.

Demasiado Christopher por hoy.

Se le había olvidado el pijama así que tuvo que salir con la toalla. Contó hasta tres y rezó para que no... para que no hiciera nada de lo que se arrepientiera.

Abrió la puerta lentamente esperando ver a Christopher con una sonrisa burlona apoyado en su tocador. Pero al contrario estaba acostado en la cama. Dulce aprovechó que no la veía para sacar un pijama del closet.

Se metió al baño y se lo puso. Algodones de azúcar como estampado principal en sus pantalones y una polera rosada. Seguro que Christopher la molestaría. Pero no le importaba.

Abrió la puerta nuevamente ya vestida -Si se lo que dirás, pero amo estos pantalones-comentó en voz alta.

Ningún estímulo siquiera como respuesta en el cuerpo de Chris.

Dulce frunció el ceño y camino dando la vuelta a su propia cama. Christopher estaba con los ojos cerrados y con la respiración acompasada. Se había quedado dormido.

Ella dudo en despertarlo o no. Quizás había estado de lo más cansado con tanto trabajo desde tan temprano y preferiría seguir durmiendo. O quizás era mejor despertarlo para que se pudiera ir a su casa. La segunda opción era la más razonable. Pero aún así tomo la primera.

La canción que Dul usaba como despertador fue atronadora para sus oídos. Las pocas horas que había dormido no habían sido suficientes y sentía como las piernas le dolían. Genial. Hoy le tocaba el exámen y no había estudiado nada. Ni la mitad de lo que encontraba necesario.

Se pasó las manos por la cara y lo quiso apagar estirando su mano. Pero un peso se lo impidió. Aún adormecida dio vuelta la cara y vio como Christopher estaba atrás suyo, abrazándola. Dulce se tensó inmediatamente incapaz de pronunciar palabras mientras que el hombre se estiraba despertándose. Y aunque tenía sueño, fue capaz de pensar en algo que lo dejara sin habla.

-¿Tan mal te dejo el beso que ahora no puedes estar sin mi?- preguntó lo suficientemente alto. Aunque a ella era a la que le había dejado loca ayer por la noche.

Christopher se quedó quieto un momento, seguramente recapacitando. Para luego soltarse y llegar hasta la esquina contraria de la cama rápidamente.

¡No corras sin mí! (Street Art) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora