Capítulo 53: De un día para otro

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Ya era mediodía cuando Dulce abrió los ojos. Vaya... parecía que hubiera dormido años en vez de solo ocho horas.

Ayer... ayer se había dado cuenta que su corazón le decía que lo de Christopher iba más en serio de lo que pensaba (en el modo sentimental) el miedo de perderlo fue el detonante para todo un montón de sentimientos que solo causaban felicidad y montones de mariposas en su estómago... ¿Sería mutuo?

Habían llegado a la casa a eso de las cuatro de la mañana y habían caído como bolsa de papas en la cama. Se estiró debajo de las sábanas y se dio vuelta hacia donde supuestamente se encontraba Christopher.

Nada. Solo estaban sus ropas de ayer revueltas en las sábanas. Levantó su cabeza de la almohada y lo encontró en frente de su pared blanca, solo con su ropa interior.

-¿Christopher? -preguntó con voz de recién despertada- ¿Estas...?-.

-¿Te he dicho alguna vez lo mucho que me molesta que tu pared esté totalmente blanca?- la interrumpió anotando algo en una hoja de papel.

-No...- respondió confusa.

-Pues... -la miró con ojos muy activos y brillantes- lo hace- y escribió algo más en la pequeña hoja.

Dulce se paró y fue a su lado -¿Te sientes bien?-.

Christopher se había levantado hace media hora con muchas ganas de ir al baño... luego se había sacado la ropa con la idea de darse una ducha, pero como ayer había salido todo bien, la felicidad había hecho que le llegara una inspiración automática. Al ver la pared blanca de Dulce miles de ideas se le habían asomado en la cabeza. Varios dibujos mentales con una sola cosa en común, rellenar ese espacio en blanco. Una sorpresa para Dulce, para molestarla quizás... todavía no tenía el diseño y objetivo definitivo muy claro en su cabeza.

-Mejor que nunca -le dio un beso en la coronilla- ayer quede verdaderamente satisfecho con el trabajo, Octavia se veía muy feliz... y realmente no me arrepiento de haber hecho lo que hice-.

-Me alegro- sonrió, satisfecha de verlo feliz. Le reconfortaba el corazón que no se arrepintiera.

-Y tus fotos estaban muy buenas. Deberías dedicarte a esto en vez de contar monedas, lo digo en serio-.

-Contaré monedas el resto de mi vida quieras o no ratoncito- le apretó la nariz.

Christopher sacó su mano y abrió los ojos con una expresión de terror -En el jamás de los jamases me vuelvas a decir así por favor-.

-Es tierno...-.

-Asqueroso, me da repugnancia, siento ganas de vomitar, prefiero que me caiga una bomba nuclear antes de que...-.

-Ya ya -lo interrumpió- No te gusta, recibido, captado y guardado... pero es injusto, tú me dices que terminator que señora que fresa ¿Y yo?-.

-Me dices idiota, estúpido, tarado, dios del sexo...-.

-¡Christopher!- saltó al escuchar eso.

-¿Qué? ¿No estás satisfecha con esos?- le preguntó agarrándola de la cintura y acercándola a el.

-No...-.

¡No corras sin mí! (Street Art) [EDITANDO]Where stories live. Discover now