¡No corras sin mí! (Street Art) [EDITANDO]

Capítulo 9: Meta personal

-Creo que no son fotos suficientes-.

Luciano se incorporó en el sillón y la miró de manera graciosa -Hoy sacaremos las que nos hacen falta-.

-Pero no hemos sacado de los proyectos de los tres- alegó.

Había estado desde el sábado pensando en Christopher y sus obras. Había creado una tremenda y loca idea en su cabeza acerca de lo que hacia en las calles y le había pedido a su hermano varias veces que la sesión de mañana no fuera la última. Pues Oscar les había dicho que irían a terminar un mural colectivo en Tepito y no una obra de Christopher como hubiera querido.

-Ya te dije que Oscarín me dijo que el no quería aparecer en las fotos haciendo sus trabajos- repitió como por décima vez.

-Pero tienes que intentar que cambie de opinión...- insistió.

-Dulce, no puedo, les agradezco que estén haciendo lo que están haciendo en estos momentos y no puedo obligarlos a que hagan algo si no quieren-.

-¡Ah si! Pero claro, con tu hermana Dulce no aplicas eso. Sino que abusas de ella para que casi que te haga el trabajo a pesar de sus alegaciones- rodó los ojos.

-Dulce... ¿Por qué realmente quieres seguir con el proyecto? Pensé que te alegrías de que lo terminara antes de lo planeado-.

-Creo que tu trabajo sería más amplio- se excusó.

-Pero si el mural de Tepito también es algo novedoso y seguro tendrá un impacto mayor en la sociedad que algún trabajo por separado, será mejor que el resto. Quizás haya más gente y todo eso-.

Era obvio que Luciano no quería ir más allá del proyecto con el Street Art. Pero su hermana se había metido en el temas más de lo que quería.

Dulce pateó el suelo como hacia cuando le daban berrinches.

-Ay Dulce si quieres que nos deje fotografiarlo dile tu porque yo no quiero presionarlo-.

-Que buena persona eres ¿No?- se cruzó de brazos.

Se escuchó una bocina fuera de la casa. Luciano se paró del sillón.

-Esa es la señal, nos vemos hermana- tomó su chaqueta y se la puso.

-¿A dónde vas? Son las nueve de la noche-.

-A un antro-.

-¿Y los papás lo saben?-.

Luciano rió -Soy mayor de edad, creo que puedo salir sin su permiso. Tú deberías empezar a hacer lo mismo- le dio un beso en la mejilla para despedirse.

-Pero... es miércoles-.

-¿Y?- abrió la puerta.

Dulce suspiró -Cuídate ¿Si?-.

-Pareces mi mamá- bromeó y camino hacia la camioneta de uno de sus amigos.

Ella cerró la puerta y fue hacia su pieza. Se puso el pijama y se tiró en la cama.

Quería saber que podría hacer para que Christopher la dejara hacer un trabajo fotográfico. Por lo menos solo a ella.

Haría lo que le dijo Luciano.

A la mañana siguiente se despertó a las ocho, pues sus clases del jueves empezaban a las once de la mañana. Pero no se juntaría con sus amigos para hacer algo antes como siempre, les había avisado por mensaje ayer su ausencia. Sino que iría a tomar desayuno a la cafetería que le quedaba de camino a la universidad en la cual trabajaba Christopher ¡Que coincidencia! ¿No? Pues quería ver si podía convencerlo de manera simpática y educada.