Capítulo 31: ¿Noche arruinada?

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Raúl, Raúl, Raúl ¡RAÚL!

¿Qué hacia con un traje puesto? ¿Qué hacia parado con una sonrisa? ¿QUÉ HACIA AHÍ?

-¿Cómo estas?- preguntó acercándose a ella y a Christopher.

¡Había matado todo el momento!

-¿Qué haces aquí?- preguntó no evitando su tono hostil.

-Vengo a la exposición de tu hermano. Como dijiste que venías pero ya no quedaban más entradas y no podía venir. Decidí conseguirme una. Todo por mi chica... ya sabes, para recordar viejos tiempos-.

-¿Tú chica?- preguntó Dulce levantando la ceja.

-Bueno... mi amiga- le lanzó una sonrisa y la abrazó por los hombros.

Dulce arrugó la nariz ¡Que oso!

-¿Y cómo entraste?-.

-Moví cosas por acá, moví cosas por allá. Ya sabes- le guiñó el ojo.

-Si... ya veo-.

-Bueno -interrumpió Christopher- si me permiten yo me voy. Espero que disfrutes con tu amiga- le dijo a Raúl.

-¡Espera! -lo detuvo Dulce- ¿Te vas sin ver las fotos?-.

-No, claro que no. Estaré por aquí. Tu disfruta con tu amigo- sonrió a medias y fue hacia la mesa de comida.

Dulce suspiró viendo como se iba. Maldito Raúl.

-¿Qué hace él aquí? ¿Lo invitaste tú?- preguntó el recién llegado.

-No, lo invito mi hermano-.

-¿Por qué?-.

-Porque se llevan bien- respondió cortante.

-Pero si el no se ve muy amigable...-.

-Con la gente que le interesa lo es-.

¡Boom! Dulce nunca había sido tan directa y pesada con alguien. Y ni pensar con sus amigos. Pero es que todo esto la había cabreado bastante.

-Vaya...- meditó.

Dulce pensó que la indirecta había funcionado. Pero cuando Raúl puso una sonrisa nuevamente en sus labios supo que no.

¡Que noche más larga! Dulce por más que escapaba de Raúl no podía sacarselo de encima. Había dicho que tenía ganas de ir al baño por lo menos unas siete veces. Pero o el la esperaba afuera o no se demoraba en encontrarla ¡Ni siquiera un minuto!

Le tomaba la mano, ella se la sacudía. Le tomaba la cintura, ella se la quitaba de encima. Su humor cada vez se ponía peor y estaba segura que en cualquier momento explotaría ¡Además su hermano había desaparecido de la faz de la tierra!

Un sonido de un micrófono probándose llamó la atención de todos. El momento de los discursos ¡Genial! Dulce dejaría de escuchar a Raúl hablando de su experiencia esquiando en Corea del Sur ¿Es que siempre había sido así?

-Es hora de hacer silencio- lo interrumpió Dulce.

El discurso lo hacía la directora de la institución y luego cada estudiante de fotografía exponía en cinco minutos su trabajo.

¡No corras sin mí! (Street Art) [EDITANDO]Where stories live. Discover now