¡No corras sin mí! (Street Art) [EDITANDO]

Capítulo 78: ¿Qué estas haciendo?

-Christopher Von Uckermann- llamó un policía desde afuera de los barrotes.

El aludido rodó los ojos. Ni encerrado lo dejaban tranquilo.

-Si es el abogado le juro que no quiero verlo ni en pintura-.

Hoy en la tarde lo mandaban a prisión preventiva y avisaban las fechas del juicio final. Por ello, había tenido su primer encuentro con el "abogado" que le había enviado el fiscal.

Era el primer caso del tipo y estaba más nervioso que en un parto de trillizos. Le cayó bien, pero le había dejado los nervios de punta. No tenía mucha paciencia esos días y tenía miedo que con ese tipo lo inculparan hasta de asesinato.

Por lo menos se había hecho un amigo. Alejandro. Alejandro el vende drogas. Alejandro el vende drogas lo conocía.

Había visto su arresto en televisión y conocía el caso del museo de Antropología. El le había contado su vida y él la suya. Era simpático.

-No estás en posición de decir eso... pero no es el abogado. Ven- dijo el policía poniéndole las esposas y llevándolo hacia la salita que ya se sabía de memoria.

Lo sentaron y lo dejaron solo. Empezó a contar las manchas de la pared. La última vez había contado 34 pero no había alcanzado a terminar...

La puerta se abrió.

Dulce entró a la pequeña sala y para Christopher fue imposible no saltar un poco.

La siempre perfecta Dulce ahora parecía la siempre loca Dulce. Con el pelo hecho una maraña había tratado de hacerse un tomate, tenía puestos unos lentes ópticos (que Christopher nunca había visto) y ni una gota de maquillaje.

¿Había siquiera pegado el ojo?

Los lentes se los había copiado a Natalia, su amiga siempre ocupaba aquellos cuando necesitaba pensar mucho.

En sus manos llevaba varias hojas y archivadores. De hecho estaba seguro que estaba apenas con todas las cosas que llevaba.

Se veía determinada y objetiva. Y para Christopher fue imposible no enamorarse un poco más... si eso era posible. Dulce había tomado cada parte de su ser, desde la punta de los pies hasta las puntas de su cabello.

Maldita sea.

La chica se tiró en la mesa tirando los papeles por todas partes.

Christopher retiró la mirada cuando ella posó sus ojos en el.

Cada tanto pensaba porque Dulce se había interesado en el. Y no que tuviera baja el autoestima, sabía que era un buen partido pero... ¿Por qué el? ¿Por qué alguien que no tenía mucho que ver con lo que la rodeaba? Sabía que no era lo suficientemente bueno para ella comparado con lo que tenía a su lado. Sobre todo ahora. Había que ser realistas.

¿Qué hacia ella ahí?

Ahora que la tenía frente suyo supo que era el momento de concluir lo que había pensado en esos días. Era momento de ponerle fin a esto.

Aunque le doliera.

-Pase por un almacén y compre tus gomitas favoritas, pregunte si podía pasarlas y les hicieron un examen exhaustivo para saber si eran droga o algo por el estilo, así que están abiertas... -Dulce se mordió el labio y dudó unos segundos- bueno está bien, no puedo mentirte, me dio hambre así que me comí la mitad ¡Pero mira que siempre hacemos lo mismo! Así que toma-.