Capítulo 73: La bondad existe

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-Nos van a matar, nos van a matar, nos van a matar- susurraba Dulce abrazada con fuerza al cuerpo de Christopher.

Para él fue imposible no lanzar una sonrisa y acariciarle la pierna mientras conversaba con Guillermo. Era tan exagerada.

Guillermo les había contado que hacía 23 años que se había venido de México. Llevaba 20 años siendo taxista y los mismos conocía a su esposa. Se casaron cinco meses después de conocerse. Y al año y medio de casarse tuvieron un hijo. Joshua.

¿Es qué esa no era la prueba perfecta para demostrar que Guillermo no era un asesino en serie?

En el camino los únicos que mantuvieron una conversación fueron Christopher y el taxista, pues Dulce se había pasado recordando los movimientos de karate que había practicado hace mucho e ideando un plan de salida dependiendo de las casas que veía en el camino. Y cuando vio a dónde llegaron supo que sería un poco complicado. Era una calle bastante empinada y sin salida. Y con esos pequeños tacones no podría hacer mucho.

Guillermo se bajo del taxi y fue a tocar la puerta de su casa. Era de cemento y estaba pegada a otras que eran de su misma contextura.

Dulce se apretó a Christopher -Fue en busca de somníferos- dijo segura.

-No, yo creo que fue a buscar el hacha, es más del estilo de personas que lo hace sin ningún tipo de anestesia- comentó con burla.

-¡Christopher! No es gracioso. Quiero que sepas que si logramos escapar te echaré toda la culpa de esto en televisión-.

-¡Te volverás famosa entonces! Seguro harán una película de este suceso ¿Ves Dulce? Nada malo puede salir de esto-.

La chica lo fulminó con la mirada mientras Guillermo volvía a ellos.

-Bueno muchachos, los dejó aquí. La noche sigue y el dinero también. Samantha ya está enterada. Espero que se sientan a gusto-.

-Esta bien, muchas gracias por todo-.

-Si... muchas gracias- dijo Dulce saliendo del taxi con cuidado y de manera atenta. Tendrían que ponerse a correr en cualquier momento.

Guillermo sacó su equipaje y lo subió a la casa mientras que de ella se asomaba una mujer de talla grande. La chica se quedó parada.

-¿Ahora qué pasa?- preguntó Christopher al ver como no avanzaba.

-¿Y si nos comen?-.

-¡Dulce por favor! -rió Christopher al escuchar su última ocurrencia. Se plantó en frente de ella y le puso una mano en la mejilla- No nos va a pasar nada ¿Está bien?-.

-No me gusta que hayas sido tan confiado al aceptar todo esto- admitió.

-Mira si nos pasa algo te subo a mi espalda y me voy corriendo ¿Te parece un buen plan?-.

La chica se lo pensó unos segundos -Esta bien...-.

Christopher sonrió y le dio un pico en los labios -Esa es la actitud princesa, ahora vamos-.

Le tomó la mano y caminaron juntos hacia la entrada.

Samantha los recibió con una sonrisa y un español con años de experiencia.

¡No corras sin mí! (Street Art) [EDITANDO]Where stories live. Discover now