¡No corras sin mí! (Street Art) [EDITANDO]

Capítulo 70: Pablito clavo un clavito

Dulce supo que algo no iba bien. La sensación de haber hecho una mala decisión viajó desde sus pies hasta su cabeza, dejándole un mal sabor en la boca.

Christopher adelantó el paso y ella lo siguió con rápidamente para poder alcanzarlo.

-Christopher- lo llamó inútilmente.

-¿Qué haces aquí?- preguntó Chris al quedar frente a frente con Pablo, en un tono que denotaba solamente cosas malas.

-¡Amigo!- dijo el otro abrazándolo con una sonrisa. Como si Christopher no le hubiera lanzado cuchillos con la mirada mientras caminaba hacia el.

Le pegó en la espalda varías veces mientras  el otro se tensaba, sin devolverle el abrazo.

-Tanto tiempo sin verte y sin embargo siento que fue ayer cuando me fui- sonrió apretándole los brazos con fuerza.

Christopher apretó el puño. Sus nudillos se volvieron blancos y su cara enrojeció frente a tanto cinismo.

-No me toques -dijo soltándose con brusquedad- Me prometí a mi mismo no volver a verte la cara nuevamente-.

Dulce abrió la boca. Nunca lo había visto tan serio. En sus ojos se había perdido esa chispa de diversión que siempre habitaba en ellos.

-Pero...-.

-Ahórrate tus palabras ¿Si? Que aprendí muy tarde que solo hablas pura mierda- lo interrumpió. Luego agarró su mochila con fuerza y pasó por al lado de él, pegándole con su equipaje dando por terminado el encuentro.

Pablo suspiró profundo y se metió las manos en los bolsillos.

-Así que por fin te conozco... Dulce, eres más linda en persona. Christopher siempre ha tenido buen gusto-.

Pero la chica no estaba preocupada de hacer presentaciones en ese momento. Al igual que Christopher, lo pasó de largo y siguió los pasos de su amado. Aunque con las maletas, moverse era mucho más complicado.

Se le había adelantado un poco pero había ido en línea recta hacia la salida. Dulce pudo ver su mochila antes de que se cerraran las puertas hacia el exterior. Aceleró el paso y lo encontró con la mano derecha apretándose las sienes mientras daba círculos en torno a su mochila.

-¿Estás bien?- preguntó preocupada.

-Si... es solo que... maldita sea encontrármelo ahí me ha descompuesto un poco. Sabía que vivía acá pero no pensaba encontrármelo porque las posibilidades eran muy pocas..., y mira que me lo encuentro cuando ya ni llevamos más de una hora pisando Nueva York. Es como si el diablo se estuviera burlando de mi por tantas bromas que te he hecho -dijo tratando de bajarle un poco la tensión a toda la situación- Es que ¿Qué demonios está haciendo aquí?-.

Dulce abrió la boca, pero no le salió ruido alguno. Christopher todavía no ataba los cabos de toda la situación, pero eran tan solo minutos para que lo hiciera y se diera cuenta de todo... Mierda, mierda, mierda. La había cajeteado a lo grande ¿En qué los había metido?

-Chris...- empezó.

-En verdad no quiero ni saberlo...- comentó sin haberla escuchado.

Miró a Dulce a la cara y le puso una mano en la mejilla.

-Lo siento princesa, te veo cara de confundida, pero te juro que te contaré todo esto cuando lleguemos al hostal, hotel o lo que sea-.

Mierda, mierda y más mierda siguió pensando Dulce mientras se mordía el labio. Quería desaparecer cuando Christopher se diera cuenta que Pablo había ido al aeropuerto en busca de los dos y que...