¡No corras sin mí! (Street Art) [EDITANDO]

Capítulo 33: ¡Fuera inseguridades!

Christopher ya no pensaba con la cabeza. Cuando juntaron sus labios todas sus defensas bajaron.

Sabía que Dulce era linda, vamos, ¡era hermosa! pero hace mucho que le había dejado de dar a eso un puesto primordial a la hora de pensar en chicas. Y sin embargo Dulce era... alguien que le descolocaba un poco el mapa de como veía el mundo. Christopher siempre lo había dispuesto de dos maneras; el abusador y el abusado. El abusador era el que representaba a la perfección el refrán el fin justifica los medios, llegar a lo mejor sin importar que pasar a llevar en el camino, lo que era conocido para ellos como un simple daño colateral. Y también estaban los abusados, como su madre, las personas que eran el simple daño colateral ¿Qué le importaba a los grandes que los de abajo sufrieran si igual terminaban ganando?

Y le había ido bastante bien en la vida con ese pensamiento. Había podido separar a la gente que quería que estuviera a su lado y a la que no, con algunas excepciones, por supuesto, pero eso ya llegaba a ser otra historia.

Sin embargo Dulce no era ni lo uno ni lo otro, y de manera concurrente se le venían a la cabeza imágenes de ella; por eso la había dibujado en primer lugar. Fresa a morir y con una vida de burbuja, pero que sin embargo se preocupaba por su hermano y era capaz de obtener lo que quería y aunque a Christopher su perseverancia y entusiasmo para hacer las cosas lo estresaba bastante sentía que no era una persona con malas intenciones.

¡Pero eso no explicaba para nada porque estaba caliente como olla! Quizás era porque hace bastante que no tenía ningún tipo de relación sexual pero eso ya no lo afectaba como cuando andaba con las hormonas disparatadas.

Igual todo pensamiento se le borró de la cabeza cuando vio como Dulce se limpiaba las manos en su corto vestido con nerviosismo, recordándole porque estaban ahí. Se acercó a ella de manera rápida para tomarla en sus brazos y darle un beso profundo para continuar a lo que querían llegar.

Sin interrupciones.

Dulce sintió como sus nervios aumentaban considerablemente, sus manos sudaban y agarro el cuello de Christopher de manera torpe ¡Le latía el corazón a mil por hora!

-No Christopher espera- dijo separándose con la respiración agitada ¡Dios! ¿Qué había estado a punto de hacer?

El estaba a unos pocos centímetros de ella con la respiración peor que la de ella -¿Qué?- preguntó. Su voz había sido igual de sexy que en la exposición, pero con un tono preocupado, como si supiera lo que pasaría a continuación.

-Yo... -empezó pero se perdió en los ojos de Christopher... esos ojos llenos de deseo ¡De deseo por ella! Y en ese momento entendió una cosa. No tenía porque esperar ser algo, ambos solo querían sentir, sentir por una noche sus cuerpos ¿Y qué tenía eso de malo?- ¿Tienes... tienes preservativos?- preguntó finalmente.

Christopher sonrió de una manera que la hizo perder el aliento y asintió -Vamos a mi habitación-.

Dulce le acarició el pecho para tranquilizarse y se separó de él para guiarlo hacia abajo con la mano. Al llegar a su pieza Christopher la apegó a el y le agarró el trasero con posesión. Ella tomo su nuca para besarlo en los labios con atrevimiento. Definitivamente la oscuridad hacia las cosas más divertidas.

Se separaron solo para quitarse los zapatos, pero ni dos segundos después seguían comiéndose con la boca ¡Se comían el uno al otro! Como si nunca fueran a saciarse, siempre querían más y más. Chris acarició toda su espalda y le bajo el cierre del vestido con seguridad mientras que la chica lo atraía con más fuerza hasta quedar totalmente pegados, desde los pies a la cabeza, hasta sentir como la erección de el hacia su presencia en el vientre de ella.