Capítulo 71: Buses rojos

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El olor a tocino fue demasiado para que Dulce pudiera seguir durmiendo. El hambre ya había abierto paso antes de que abriera los ojos.

Al hacerlo, su mirada cayó directamente en Christopher, había estado durmiendo de lado.

Con los ojos cerrados y mirando hacia ella Christopher dormía pacíficamente. Tuvo ganas de tocarlo pero prefirió no hacerlo.

En vez de eso se levantó y se estiró un poco. Luego camino hasta la puerta y con cuidado la abrió. Se dirigió a la cocina.

Mariana estaba con una bata cocinando.

-¡Dulce! -sonrió- Dime que no te he despertado, hace poco se me cayó un sartén...-.

-No... lo que me despertó fue el olor a comida y es que huele delicioso-.

-Si... Pablo me pidió que hiciera un gran desayuno-.

La chica asintió -¿Quieres que te ayude?- preguntó por cortesía. Aunque por dentro rogaba que diera una negativa o que por lo menos le pidiera algo que no tuviera que ver con algún alimento.

-Si...-.

Maldita...

-... en realidad estoy terminando, pero supongo que sería estupendo que me ayudaras con la mesa-.

...bendición.

-Por supuesto ¿Qué hago?-.

-Los platos están en el mueble de arriba, las tazas al lado derecho y los cubiertos debajo del azucarero-.

Dulce saco todas las cosas y comenzó a ponerlas en la mesa.

-Y... ¿A qué te dedicas?- preguntó Dulce metiendo conversación.

-¿Yo? Pues... en realidad desde que me mudé a Nueva York he ido de compras. El sueño americano- rió.

Dulce levantó las cejas -Vaya... ¿Pero no trabajas en nada?-.

-Hice un curso de secretaria cuando vivía en México, pero no me gustó el trabajo así que me conseguí trabajo como camarera y...-.

-¿No me digas que trabajaste en la misma cafetería de Christopher?-.

La chica se tenso y dejó de revolver los huevos.

-¿Christopher te dijo algo?-.

-No, de hecho nunca me hablo de ti-.

Mariana apretó la cuchara -Pues... si, trabajamos juntos-.

-Y ahí conociste a Pablo-.

-Si, lo hice-.

-¿Amor a primera vista?-.

-Eh... no, pasaron... varias cosas antes de que, estuviéramos juntos en la forma literal de la palabra-.

-¡Como yo con Christopher! Al principio era un pesado... pero después no se, las cosas se fueron dando. Fui con el a hacer algunos de sus proyectos callejeros y...-.

-¿Te invitó?- interrumpió sorprendida.

-Si... ósea, bueno, fue una mezcla de cosas, pero la cosa es que entre peleas y peleas un día nos besamos y... -se mordió el labio al recordarlo- fue único-.

Mariana dio vuelta la cabeza y le lanzó una sonrisa con la nariz arrugada.

-Qué... lindo-.

-Si, estamos...-.

-¡El desayuno está listo! -interrumpió apagando el gas- Gracias por ayudarme Dulce, llamaré a Pablo ¿Puedes ir a buscar a Chris?-.

-Claro...- sonrió saliendo de la cocina y volviendo a su habitación.

¡No corras sin mí! (Street Art) [EDITANDO]Where stories live. Discover now