Adagio [EunHae]

1.

Muy temprano para encontrarse ebrio.

Dormir o perderse en la inconsciencia fiestera en un sitio como ese salía sobrando.

Por ello, no titubeó al rechazar los tantos tragos que le fueron ofrecidos durante las últimas dos horas.

El espectáculo de fuegos artificiales se sentía ya más cerca.

Nada le haría desaprovechar una de las tantas novedades por las que accedió a aventurarse al viaje.

Por eso se daba sus esporádicos escapes fuera de la sala donde se llevaba a cabo la celebración.

Mirar el agua le daba los minutos de relajación que creía necesarios en una tarde como esa donde más de una vez se supo fuera de lugar.

Apreciaba el horizonte infinito.

Pensaba en cómo fue a dar a un sitio así.

O en lo mucho que dejó pendiente para una festividad que ni siquiera le correspondía.

En seguida, se recobraba.

Nada era gratuito, por ello, tan pronto como su temperamento apesadumbrado lo abrazaba volvía a la idea de disfrutar sí o sí. No siempre le surgían jornadas tan exóticas como aquella.

Levantó su teléfono queriendo capturar tan hermoso paisaje en el que los destellos del sol a punto de esconderse reflejaban sobre las delicadas olas del mar que golpeaban en los costados del barco y a veces le salpicaban para enviarle pequeños inicios de brisa revolviéndole los azulados cabellos.

Sus padres estarían encantados con las tantas anécdotas que tenía por contarles.

De alguna forma, Hyukjae entendía esas ganas que ambos tenían por verlo divertirse. Y lo valoraba. De hecho, se sentía increíblemente afortunado por albergar un nido familiar que le inspirara la confianza para escabullirse los fines de semana a ciertas convenciones o viajes escolares sin ponerle limitaciones.

Por ese motivo se supo comprometido con sacarle la máxima cantidad de jugo a cada segundo que transcurriera en altamar.

Lástima que aún las banalidades de la vida le hacían lanzar una que otra mueca. Tal como ocurrió con la baja de su batería en el móvil.

Chasqueando los dientes, se alejó del barandal para atravesar el largo pasillo con toda la intención de volver a su habitación.

Fue detenido por tres figuras femeninas.

—¿Tan pronto piensas huir? Todavía no probaste los mojitos —.

Su sonrisa apareció al instante.