Adagio [EunHae]

95.

—Aquí viví hasta que cumplí dieciocho. Me gustaba la tranquilidad de este sitio. Independientemente de la saturación turística que tenemos en algunas épocas del año considero que es un sitio pacífico para llevar tu día a día. Es un sitio pequeño comparado con la ciudad. A veces eso resulta conflictivo. Pero tiene también muchos aspectos a su favor. Nos conocíamos entre habitantes y no había que temer en ciertas situaciones que para cualquiera requerirían de precaución. Como salir durante la madrugada o dar un paseo antes de ir a la cama. No digo que fuera de Jeju no se respire esa tranquilidad en la seguridad, pero creo que sitios como este hacen la diferencia. Es un amigo o un conocido con el que podrías toparte. Y si alguna emergencia surgía siempre existía quien te tendiera la mano sin importar la situación.

"Creo esos eran los aspectos que siempre agradecí de nuestra privacidad con respecto al mundo en general. Pensaba que los imprevistos extremos sólo sucedían en las películas. Y que en caso de estar en peligro no debía preocuparme porque mi asecho se resolvería pronto. Eso sí, jamás se compararía con las típicas escenas de un secuestro o de la persecución de asesinos seriales como las que veía en la pantalla. Sólo son ejemplos, claro está".

"Tiempo después me di cuenta de que, no sé si se trate de algún tipo de ley de atracción o algo parecido, obtienes aquello de lo que inconscientemente andabas huyendo. Debido al trabajo papá estrechó una gran amistad con Wüthrich para quien trabajó por bastante tiempo. Se volvió prácticamente su mano derecha. Por ese motivo constantemente se encontraba fuera. De viaje. Eso hasta que Wüthrich le ofreció iniciar una vida lejos de Corea. No sólo con la intención de que tuviera una rutina menos ajetreada dada la cantidad de veces que salía del país. Sino para mantenerlo cerca siempre que fuera necesario".

"Para mi familia fue una oportunidad única. Evidentemente mis padres accedieron. Y así fue como abandonamos Jeju. De igual forma Wüthrich consiguió que se me proporcionara una beca en cierta universidad prestigiosa de Australia. Teníamos la vida resuelta. Mi papá empezó a relacionarse y a hacerse de un nombre en la cuestión del negocio. Lamentablemente le ganó la ambición. Hacía trabajos clandestinos muy independientes de su actividad con el señor Wüthrich. Eso nos perjudicó a todos".

"Mis padres se accidentaron pasando las fechas navideñas. Teníamos previsto un viaje de regreso Corea. No recuerdo bien el motivo, pero no pude irme con ellos al momento porque tenía ciertos pendientes por resolver en la universidad. Si me preguntas cuáles eran ni siquiera podría intentar hacer memoria. De hecho, es gracioso, no recuerdo mucho de aquellos días. Parece como si cabeza se hubiese bloqueado sobre lo que aconteció cuando recibí la noticia. Y lo poco que sé fue información que me llegó después del funeral. Yo viví todo eso. Yo supe de principio a fin cuál era el pronóstico sobre el paradero de mis padres. Pero simplemente me es imposible acceder al momento en el que me enteré de la noticia. O de cuando volvía a Corea para los funerales".

"Emma me dijo que grité mucho en ese entonces. Y que lloré demasiado hasta quedarme dormido. Puede que sea cierto. En los días siguientes experimenté resequedad en la garganta así que es probable que se tratara de eso. Y yo creo que el shock fue demasiado en ese entonces porque, hasta la fecha, sigo pensando por qué no pude volver a llorar ni siquiera en las ceremonias de despedida. Tal vez estaba más preocupado midiendo mi suerte en vista de que me había quedado solo. Y dada la pérdida no entendía a qué debía llorarle. Así que decidí reservarme mis lágrimas".