47.

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La tarde concluyó a costa de una estabilidad.


La familia Lee empezaba a preocuparse. Más aún al llegar ese momento en el que no se oían siquiera los timbrazos del teléfono para al menos saber que éste continuaba encendido.


Primero JangHyun, luego mamá, también papá.


Pero nada.


En cuanto el chico Ong ingresó a la casa el resto de la familia Lee se levantó del sillón para pedirle una respuesta que éste no dudó en dar a los preocupados ojos parentales.


—Emma dice que desde hace buen rato se fue de su casa —exclamó el castaño con una sensación amarga en cada palabra. Cerró la puerta cuidadosamente mientras expulsaba la gran bocanada de aliento en la que se desmembraban sus inquietudes sobre la ausencia de su mejor amigo.


Nunca ocurrió algo parecido.


Ni por descuido, ni de forma intencional.


—Ese muchacho —se quejó la mujer con el teléfono estrujado entre sus dedos. Caminando de un extremo a otro sobre la estancia—. ¿Cómo pudo desaparecer así? Hoy era un día importante. Y él simplemente... —.


El sonido del picaporte haciendo presión provocó que los tres pares de ojos se refugiaran en la entrada.


Hyukjae apareció tranquilamente.


Cargando un bolso de regalo que le colgaba del brazo mientras en la mano sostenía una caja algo pequeña con cervezas.


—Llegué —dijo sencillamente mostrando una sonrisa a su familia. JangHyun fue el primero en casi correr para abrazarlo.


—Dios, ¿sabes lo preocupados que estábamos? —se quejó con el alivio apoderándose de él en cuanto Hyukjae le rodeó con una mano sobre la cadera.


—Tardé mucho, ¿verdad? Lo siento tanto —continuó mientras frotaba sus dedos entre la cabellera clara de su mejor amigo. Papá le ayudó con las cervezas para llevarlas a refrigerar y evitar que se cayeran.


—Feliz cumpleaños —volvió a exclamar Hyuk esta vez con toda la libertad de estrujarlo para expresarle una felicitación que ya no cargaba algún tipo de burla. Fue algo demasiado sincero. Con la voz baja y un apretón en el que intentaba manifestar la mejor de sus actitudes en un día que debería estar provisto de buenos sentimientos.


—¿Dónde estabas? —preguntó mamá desde atrás. Aún si se encontrara algo molesta por la desaparición de Hyuk sin siquiera avisar se tranquilizó al comprobar que no había ningún peligro de por medio.


—Fui por esto —el pelinegro se alejó mostrando el obsequio. JangHyun frunció el ceño. Una punzada llegó a su cabeza. Se encontraba listo para rechazarlo o por lo menos quejarse. Hyuk sabía bien que ese tipo de cosas no le agradaban.

Adagio [EunHae]Where stories live. Discover now