24.

185 36 12
                                    


Una a una las prendas cayeron de sus cuerpos. Se desnudaron a la luz del reflejo lunar en una esquina que al menos les permitía tener una perspectiva mínima de sus respectivos rostros.


No hubo palabras entre sus caricias. Boca contra boca se comunicaban en un puente de succiones y empujes en los que alcanzaban a decirse lo mucho que se echaron de menos en la cama.


Para ambos establa implícita la bruma de la despedida.


El adiós inevitable.


Puede que por eso uno u otro estuvieran dispuestos a recibir lo poco o mucho que se les fuera dado en ese corto tiempo.


Terminará cuando sea el momento. Cuando de verdad las circunstancias ya no den para más. Ahora ya no importa lo que aguarda al día de mañana.


Importan ellos.


Juntos.


Disculpándose bajo las sábanas y quizá desechando por un momento los restos del amor propio que quizá no cabían en los rincones de esa habitación.


Hyukjae le apoyó las manos a los lados de la cabeza entrelazándolas con las suyas. DongHae no cerró los ojos. Por cada que aquel se le metía entre las profundidades de su apretado punto él volvía a jadear sin parar de mirarlo.


Analizándose entre cada embestida. Gimiendo al oído del otro. Buscándose visualmente a pesar de la oscuridad del momento. Besándose entre la intensidad del encuentro que, no obstante, algo de dulce llevaba implícito sobre todo por cada que Hyukjae le mordía con delicadeza el borde del labio inferior para succionarlo con tiento.


En cierto momento el universitario unió sus frentes.


Quería ver esos ojos cafés por todo el rato que lo estuviera jodiendo.


Quería grabarse el brillo peculiar de quien está por llorar como producto de un orgasmo.


Se deleitó hasta más no poder dado que era la primera vez que se miraban al unirse de forma corporal.


Y porque, aunque, a comparación de otras veces, ahora fueran más tranquilos, llevaban por dentro el ardor de sus propios corazones que jamás aceptarían el hecho de que extrañaron sentirse de esa manera.


En cierto momento Hyukjae le abrazó por la cadera. DongHae le rodeó el cuello y volvieron a besarse mientras el golpe sordo de sus pieles aumentaba paulatinamente en aquellas cuatro paredes.


—N-no quería hablarte de esa forma —sollozó el músico.


—Sh, no importa —DongHae acarició las mejillas aperladas de Hyukjae. Le empujó los cabellos hacia atrás. ¿Por qué estuvo evitando tanto verlo a la cara? Si era de las cosas más excitantes que se le hubiesen revelado durante el sexo—. Ya no importa —reafirmó el estudiante robándole un beso corto que aprovechó para dejar sus bocas al mismo nivel. Respirando a la par. Sintiendo sus respectivos alientos que se confundían y mezclaban simultáneamente.

Adagio [EunHae]Where stories live. Discover now