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—¡Te estoy hablando en serio! —.

La gran carcajada de Lee DongHae repicó en el auditorio a pesar de la acústica; llevándose consigo las huellas de un eco que se replegó por los rincones del sector. A ello le sucedieron los aplausos escandalosos de quien no paraba de reírse por las tonterías (sí, tonterías) que su novio se empeñó en contarle.

Después de que el rubio terminó con su concierto privado Hyukjae se acercó hasta él para abrazarlo. Evidentemente, se besaron por tanto rato que aún se les distinguía la hinchazón de los labios.

Además, aprovechando que, casi recién iniciado el encuentro de sus besos, Hyuk pegó a DongHae al borde del escenario por donde antes bajó, posteriormente se sentaron arriba con sus piernas colgando debido a la distancia que había entre la plataforma con el suelo.

Fue divertido el cambio que trajo consigo la seriedad del momento pues, de repente, se vieron conversando sobre los peculiares rumores que Hyukjae escuchó y leyó acerca de tener una relación con una persona de diferente edad. Según el pelinegro la persona mayor salía beneficiada porque, hablando de cosas meramente interpretativas, casi siempre consumían la esencia de la persona joven. Y, por consiguiente, el sujeto mayor se apoderaba de la frescura y la vitalidad del otro para rejuvenecerse.

A resumidas cuentas, llamó "viejo" a Lee DongHae.

—¿Y cuál es tu plan entonces? —enfrentó el músico intentando recomponerse del ataque de risa que vino con las teorías de Hyuk que él sabía tenían sentido en cierta medida. Sólo que hablar además de astros y signos zodiacales hizo que se enloqueciera de ánimo puesto que su tierno novio intentaba sonar serio usando esa clase de argumentos.

Hyukjae también estaba encantado con su discurso disparatado. Pero no se detenía. Ver a DongHae riéndose tan abiertamente no era algo sencillo de conseguir. Y él lo estaba logrando a pesar de quedar en el papel del loco de los signos zodiacales.

—Sólo digo que debes tratarme mejor. Estás alimentándote de mi juventud —alborotó las cejas un par de veces con la sonrisa más burlona y chocosa de todas. DongHae rodó los ojos con exageración.

—Dios, qué fastidioso eres. Terminemos entonces y quédate con tu juventud —con su mano apoyada en la mejilla de Hyuk empujó como queriendo apartarlo de su vista. El universitario se soltó a reír por este "rechazo".

Molestar a DongHae no dejaba de ser gracioso.

Y se hubiera bajado de la tarima de no ser porque Hyukjae lo tomó por la cintura.

—No puedes terminar conmigo —.

—Ya lo hice —rezongó DongHae pretendiendo liberarse de su abrazo. El intento no era del todo contundente ya que su bobo forcejeo se limitaba a fingir una huida para apartarse y que Hyukjae lo estrujara mientras sus labios le bañaban de besos en la mejilla.

—Aún usas nuestro anillo de compromiso —.

—¿Compromiso? —jadeó el rubio. Volteó a mirarlo con las cejas arriba como señal de total incredulidad—. Quisiera saber en qué momento fue que te pedí matrimonio —.

—Lo de anoche fue una total invitación a ello —.

—¿Y entonces tú dijiste que sí?

—Así es —.

—¿Cuándo?

—Cuando te tuve gimiendo en la cama —.

—¡Dios! ¡Eso no es romántico, Hyuk!

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⏰ Última actualización: Feb 24 ⏰

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Adagio [EunHae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora