10.

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Corría tan a prisa que las pisadas se escuchaban por el pasillo. La frente le sudaba en frío. Jadeaba con tal desesperación que cierto humo grisáceo se expulsaba de sus labios.


Principalmente por las noches la temperatura bajaba de forma excesiva.


De una forma que casi le hacía sentir que el barco se deslizaba por una superficie congelada conformada por diminutos cristales a lo largo del mar.


¿Por qué el nocturno de aquel sitio resultaba así de solitario?


A la deriva constantemente.


Hyukjae no tuvo tiempo de volver a escoger un atuendo. Presumía de un aspecto tremendamente desaliñado a pesar de usar un traje de noche. De cualquier forma, lo atractivo seguía destacando.


Parecía uno de esos modelos de ciertas marcas reconocidas que, entre raras prendas, lucen sus atributos como si fuesen los seres más irreales de la existencia.


El pecho se le agitaba una vez tras otra por las palpitaciones preocupadas de saber que quizá recibiría tremendo regaño. Afortunadamente no fue así. Aunque no se sintió del todo alentado por eso. Y es que ver que el sitio donde se llevaría a cabo la obra de teatro ya estaba cerrado le hizo experimentar cierta vergüenza.


JangHyun lo mataría.


Y si no era así entonces por lo menos le reprocharía hasta el cansancio por haberlo dejado plantado.


Miró la pantalla de su teléfono.


Casi las dos de la madrugada. ¿Por qué le pareció buena idea buscarlo luego de que transcurrieran casi cinco horas después de la acordada?


Tembló al recargar la espalda sobre la pared de aquel sitio ya cerrado y con las luces apagadas. Pasó sus manos por los cabellos mal acomodados. Miró frente a él. No había ya ni un alma en esa zona del barco. Sólo el barullo sutil del agua que le recordaba dónde se encontraba.


Desganado, volvió a su habitación.


Jannie no le habló ni una sola vez. Ni un mensaje.


Eso sólo significaba una cosa: estaba más que molesto. Tendría que buscar la manera de contentarlo. Lo bueno es que sus enojos no duraban tanto. Pero, para ello, habría que cumplirle un par de caprichos que le hagan sentirse más relajado para por lo menos repensar si la otra persona se merece un perdón.


Antes de ingresar a su habitación observó al fondo.


No escuchaba ni un sonido proviniendo a lo lejos.


Extrañó momentáneamente los susurros del violín o la música clásica.


Esa persona fue la que le hizo fallar. Sin embargo, para ser sincero, no estaba arrepentido. Si acaso había en él algo de culpabilidad por no haber avisado a JangHyun que se ausentaría.

Adagio [EunHae]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ