21.

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—Para... ¿para esto querías que me duchara? —.


—Mh... —Hyuk afirmó con la garganta.


—Es... vergonzoso —.


—Quédate quieto, DongHae —.


—No puedo. Esto no... Oh —se contrajo de pies a cabeza.


Sus dedos se aferraron a las sábanas con un ímpetu que casi le haría traspasar la tela en caso de ejercer más presión.


Y cuando la lengua de Hyukjae se clavó en su rosado punto DongHae casi rueda los ojos de puro regodeo.


Ciertamente nada de similar podría haber entre el duro miembro del universitario o sus juguetones dedos, sin embargo, quizá por la humedad o por la destreza del movimiento no podía mantenerse quieto mientras aquel mojado sinhueso lo exploraba por dentro.


Aún descendían las gotitas de agua por sus piernas, por su torso y más aún por el cabello.


Pero a Hyukjae no le importó en lo más mínimo.


A pesar de que su cama era un desastre de humedad y revuelo lo único que cruzaba por su mente era lo ansioso que se encontraba de seguir besando el apretado crisantemo del tipo en su habitación.


—Parece que te gusta —habló Hyuk casi recubierto por los glúteos de aquel.


—N-no hables —exigió el rubio dado el roce de los labios contra su intimidad por cada que Hyukjae se aventuraba a conversar.


Esa no era forma de entablar una plática.


Se sentía tan avergonzado.


Por primera vez desde que se conocieron parecía que era Hyukjae quien le enseñaba una nueva táctica para sus encuentros.


¿Y cómo no cohibirse?


Era la primera vez que alguien le devoraba con la boca ese lugar.


Por supuesto quedarse en ese nivel era demasiado absurdo. Por eso Hyuk no titubeaba al intercalar sus atrevidas exploraciones. A veces sólo empujaba un dedo dentro de DongHae para atenderle en dicho lugar, pero no dejaba descansar a su boca. Ésta se inclinaba más y más hasta atraparle los testículos con la lengua y lamerlos con la intención de dejarlos húmedos y brillantes. Listos para las tantas caricias que él se dedicó a darles sin quedarse con las ganas.


Desde su posición, el músico sólo podía mantenerse con el rostro sobre la almohada mientras el soporte de sus rodillas dejaba que su trasero quedara en un ángulo perfecto.


Bochornoso.


No obstante, extraordinario.

Adagio [EunHae]Where stories live. Discover now