77.

155 34 12
                                    


Evidentemente, poco o nada quedó resulto a pesar de que su espíritu estuvo más despejado con respecto a la relación de esos individuos. Sopesar los grados de culpa era complicado en tanto que no conservaba aún una contextualización suficiente para saber el porqué de cada persona.


¿A qué deuda se refería Emma?


¿Por qué el énfasis tan descarado sobre la posesión que ejercía sobre DongHae?


¿Cómo pudo ser tan tonto para creerla a ella libre de toda inocencia?


La infidelidad nunca sería una opción justificable para buscar una salida, por supuesto. Al menos desde el punto de vista de un Hyukjae que no se imaginaba defendiendo dicha práctica como si resultara tan sencillo violentar un contrato legal que une a dos personas en un vínculo matrimonial.


Pero las disyuntivas ahí se encontraban. Barajadas sobre la mesa para por lo menos quitar algo de peso a los hechos.


Le costó tanto darle un sentido preciso a los cambios tremendos que presenció en la actitud de Emma. Esa mujer era terrible. Independientemente del grado de culpa que DongHae pudiera llevar por engañarla nada justificaba eso que los dos insinuaron sobre la intimidad.


Porque no dejaba de ser un acto obligado que ponía a la chica en la posición más inmunda de todas.


¿Ellos estarían conscientes de eso? ¿Sabrían el nombre que tenía aquella práctica que evidentemente no tenía un consentimiento detrás?


Hyukjae salió pesarosamente por la puerta de emergencias del auditorio. Ésta lo conducía por el callejón amplio y alumbrado únicamente por una farola en el fondo. El resto de su cuerpo era inapreciable. Al menos así pasaría desapercibido.


Por el fondo del pasillo veía a la gente que aún no se retiraba y que al parecer estaba más entretenida conversando con el resto de los asistentes a la presentación musical.


Lentamente se iban dispersando. Agradeció no toparse con Emma en su panorama.


No sabía exactamente qué hacer.


Estaba consternado. Tanto que los golpes y la discusión de la que fue objeto antes de llegar a ese sitio pasaron a segundo plano.


De su saco sustrajo la cajetilla de cigarros. Se llevó uno a la boca. Expulsó el humo después de encenderlo y fue retrocediendo hasta que su cuerpo quedó apoyado en la pared. Si no se salvaguardaba en algo firme lo más seguro es que terminara por caer sobre las rodillas.


La sensación nauseabunda volvía a su estómago y a veces hasta la garganta. Todo le daba vueltas.


Se llevó una mano a los cabellos. Estrujando para provocarse dolor propio que le hiciera regresar a la realidad. Los pies le dolían en abundancia. Respirar le ardía por dentro.


Ahora más que nunca estaba perdido.


¿Qué postura debía adoptar después de lo que escuchó?

Adagio [EunHae]Where stories live. Discover now