Capítulo 24. Dejados atrás

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Aunque nunca le preguntó, Lin Xin pudo adivinar que Lin Xinyu solía negarse a comer cualquier cosa que le diera el decano, ya fuera una manzana. Ahora que lo veía masticar el cerdo estofado, una inexplicable felicidad brotó de su interior. Inconscientemente, levantó la mano para tocarle la cabeza, pero luego se detuvo en el aire antes de volver a bajar la mano. Lin Xin observó al chico hasta que terminó su comida con dos bocados más de arroz. Quería decirle que se mantuviera alejado de ella, pero por alguna razón, no encontraba las palabras para decirlo.

Pasó mucho tiempo antes de que Lin Xinyu tomara los últimos bocados de su comida. Finalmente, Lin Xin habló y dijo: "No me sigas a partir de ahora".

Lin Xinyu preguntó: "¿Por qué?".

Ella sólo pudo insistir: "Porque no me gusta que me sigas".

Esto no podía considerarse una razón válida, pero desde otro punto de vista, Lin Xin piensa que una persona no necesita una razón para que algo no le guste.

El corazón de Lin Xinyu se sintió pesado. Obviamente, Lin Xin era muy gentil cuando le veía terminar su comida; ¿por qué de repente era tan fría al momento siguiente? Lin Xinyu se sintió agraviado, pero sólo pudo tragarse sus palabras. Cogió su fiambrera y se levantó de la mesa. Durante un rato, el chico se quedó en la entrada de la cafetería y miró a Lin Xin durante un buen rato antes de alejarse en silencio.

Mientras se alejaba, Zhao Qiang se acercó al lado de Lin Xin. Habiendo terminado su comida, el joven regordete estaba lleno de energía. Incluso olvidó el discurso hiriente que le dirigió en el patio trasero anteriormente.

"Lin Xin, no deberías jugar con un debilucho como Lin Xinyu". Pensó que ella quería aislar a Lin Xinyu esta vez. "Él y nosotros no somos del mismo país".

Lin Xin miró a Zhao Qiang y dijo burlonamente: "¿Y de qué país soy yo? ¿Del tuyo? ¿O quizás del de Wu Anan? La última vez que lo comprobé, no me parezco en nada a ti ni a Wu Anan. Ya seas tú o ella, creo que nadie aquí pertenece a su propio 'país'". Sus palabras estaban llenas de agujas hirientes para provocar la ira de Zhao Qiang.

Desgraciadamente, Zhao Qiang era demasiado simple de mente; sacudió su cabeza en respuesta, pero no pudo entender el significado real detrás de sus palabras. Sin embargo, podía sentir la insatisfacción de Lin Xin.

Después de sus últimas interacciones, incluso el tonto de Zhao Qiang sabía que Lin Xin era alguien con un espíritu despiadado y una mente inteligente. A pesar de su pequeña estatura, su fuerza no podía ser subestimada cuando arremetía. Zhao Qiang no quería provocarla de nuevo después de haber sufrido dos veces sus últimas peleas, pero aún así se negaba a estar en el lado perdedor. El chico golpeó con fuerza su fiambrera sobre la mesa y exclamó: "¡Aún así, tú y Lin Xinyu no pertenecen al mismo tipo de gente!".

Lin Xin no se molestó por su enfado, así que cogió su fiambrera y se fue a un rincón tranquilo. Su respuesta silenciosa provocó de nuevo su mal genio. Sin querer perseguirla, Zhao Qiang le gritó a sus espaldas: "¡Eh, tú! Estoy hablando contigo".

Lin Xin se volvió de repente y le miró fríamente, haciendo que Zhao Qiang se encogiera. Su valor se derrumbó inmediatamente y no se atrevió a hablar de nuevo. Aun así, no estaba dispuesto a rendirse y marcharse, así que la siguió hasta el fregadero donde ella lavaba los platos. El chico se acercó a ella para enjuagar su propia fiambrera.

Mientras el agua y el jabón limpiaban los residuos, Lin Xin le preguntó de repente: "¿Ha venido alguien a visitar el orfanato?".

Zhao Qiang estaba ansioso por romper su incómodo silencio, así que cuando ella hizo esta pregunta, él empezó a divagar con entusiasmo: "Alguien vino al orfanato a adoptar hace tiempo. Quizá conozcas a la hermana mayor de Wu Anan, Wu Pingping. La familia la favorecía más que a su hermana, así que le ofrecieron adoptarla, pero ella no quería separarse de Wu Anan. Por eso, Wu Pingping se sacó inmediatamente el carné de identidad a los 16 años y se puso a trabajar para poder adoptar y mantener a su hermana menor. De hecho, en el orfanato no faltan niños enfermos o sin extremidades, pero todavía hay gente dispuesta a adoptarlos como si fueran niños normales. De hecho, había una familia que quería adoptar a Lin Xinyu".

"¿Es así?" preguntó Lin Xin.

"Aunque no me creas, no tengo motivos para mentirte. La familia que quería adoptarlo venía del extranjero; decían que Lin Xinyu necesitaba ir al extranjero para tratarse su enfermedad, pero él rechazó su amabilidad. La familia no tardó en abandonar el país, mientras que Lin Xinyu se quedó atrás para comer una pérdida, ya que nadie estaba dispuesto a adoptarlo desde entonces".

Guía para educar a un protagonista masculino de apoyo [+15]Where stories live. Discover now