Guía para educar a un protagonista masculino de apoyo [+15]

Capítulo 31. Falso Ángel

Las palabras de Lin Xin parecieron dar en el blanco en el corazón de Zhao Qiang; en realidad no era tonto, ya que era tan inteligente como cualquier niño de su edad. En el pasado, había estado celoso de Lin Xinyu, pero ahora sólo sentía simpatía por el chico. En este momento, las palabras de Lin Xin hicieron que su corazón latiera fuertemente mientras consideraba de nuevo la situación.

Por un lado, sentía que el Decano era una bestia abominable, mientras que por otro lado, pensaba que Lin Xin estaba exagerando la situación mientras intentaba asustarle sin razón. Nunca se planteó que el Decano pudiera hacerles daño; lo peor que podía pasar era que le castigaran, mientras que el asesinato estaba descartado.

Al ver la duda de Zhao Qiang, Lin Xin continuó diciendo: "Lo creas o no, debes ayudarme a desbloquear la puerta. Escaparé por mi cuenta, así que cuando el decano vuelva y te vea solo, sólo dile que me he escapado por mis propios medios".

Zhao Qiang no aceptó inmediatamente, pero le preguntó: "Si el decano descubre que te he ayudado, ¿qué debo hacer?".

Lin Xin pensó para sí misma: 'Ahora mismo está vacilando'. Se rió y le dijo con confianza: "Zhao Qiang, tú y yo somos amigos ahora. Hay una palabra que se llama 'confianza' entre amigos. Te niegas a ayudar sólo un poco y, sin embargo, hablas de confianza". La última palabra, "confianza", pareció tocar un punto débil en el corazón de Zhao Qiang.

Los niños que no tienen padres ni parientes siempre buscarán un tipo de confianza y compromiso. La palabra "confianza" era algo que Zhao Qiang valoraba mucho.

Zhao Qiang levantó la vista y, pareciendo haber reunido mucho valor, se mordió el labio y dijo: "De acuerdo, te ayudaré".

Lin Xin finalmente respiró aliviada; las cosas serían mucho más fáciles con la ayuda de Zhao Qiang. Los dos se sentaron a discutir cómo desbloquear la puerta. La primera prioridad era desatar las cuerdas que los ataban. Lin Xin observó las cuerdas y descubrió que no estaban bien atadas, lo que significaba que podían usar sus dientes para resolver el nudo.

Procedió a desatar las cuerdas de Zhao Qiang. El chico se puso de espaldas a Lin Xin, mientras ésta se sentaba en el suelo, usando sus dientes para morder y tirar del nudo poco a poco. No era tan sencillo como ella pensaba inicialmente. Unos minutos más tarde, estaba sudando mucho y estaba a punto de tomarse un descanso cuando, de repente, oyó pasos en el exterior de la puerta.

Los dos niños jadearon de miedo y se sentaron rápidamente espalda con espalda. Al poco tiempo, la puerta se abrió de par en par y el decano se plantó frente a ellos, con una camisa blanca limpia y unos vaqueros. La luz del exterior parecía crear un resplandor detrás de él, haciendo que su amable sonrisa pareciera angelical.

Lin Xin no se atrevió a moverse. Levantó la barbilla y miró al hombre hipócrita.

El decano se puso en cuclillas a su altura y levantó la barbilla de la chica con su dedo índice. La escudriñó a derecha e izquierda antes de comentar con desagrado: "Una cara tan ordinaria, ¿cómo puedes gustarle a Lin Xinyu?".

Lin Xin se sintió tan asqueada que quiso destrozarle la cara y quitarle el disfraz.

"Pei'', escupió en la cara del decano.

Las cejas del hombre se fruncieron ligeramente mientras entornaba los ojos hacia Lin Xin. De repente, levantó la mano y le dio una fuerte bofetada en el lado izquierdo de la cara, luego levantó la otra palma y le dio una bofetada en el lado derecho.

Lin Xin sintió como si su visión estuviera cegada por las estrellas, y su cara ardía dolorosamente.

Después, los pies del decano patearon continuamente a Lin Xin, cayendo pesadamente como una lluvia sobre su cara, cintura y piernas. Ella se abrazó a la cabeza y se encogió en una bola. La chica fue golpeada con tanta fuerza que ni siquiera podía responder. Después de patearla durante más de diez minutos, finalmente se detuvo al notar que la chica ya no emitía ningún sonido. El decano se echó hacia atrás sus gafas de montura negra y dijo con una sonrisa siniestra: "Esto es sólo un pequeño castigo para ti. Será mejor que cuides tu lengua después".