Guía para educar a un protagonista masculino de apoyo [+15]

92. Pelea de comida

Lin Xin se detuvo y volvió la cabeza, “Gracias, pero me niego. He decidido dejar de buscar financiación”.

Su inconmensurable confianza era exactamente la misma que en ese entonces.

Xiao Tian se sorprendió. Esperaba encontrar sombras en su rostro, pero solo había confianza, frialdad y un leve desdén por él.

Los eventos de ese año fueron como una serie de escenas flotando en su mente, y no podía deshacerse de ellas por mucho que lo intentara. Ser rechazado por la misma persona una vez más hizo que Xiao Tian se sintiera al mismo tiempo, sin resignación y humillado. Llamó a su secretaria privada y le pidió que averiguara qué había pasado en el orfanato.

Lin Xin abrazó sus documentos y salió del Sol Naciente.

Al mirar el edificio de 22 pisos, pensó para sí misma: ¿Hasta dónde puedo esconderme de Xiao Tian? No puedo involucrarme con él, ni siquiera un poco.

Cuando regresó a la oficina, Yu Fei ya se había ido a casa. Buscó más información y decidió irse a casa hoy. Cuando estuvo cerca de la entrada del vecindario, llamó a Lin Xinyu para decirle que estaba casi en casa y le preguntó si quería ir a buscarla.

Por supuesto, Lin Xinyu estaba dispuesto. Después de colgar, se escuchó 'Da Da…' mientras bajaba corriendo las escaleras.

Lin Xin caminó a casa comprando manzanas y plátanos. Justo cuando estaba a punto de llegar a la entrada del distrito con la bolsa de frutas, un Audi se detuvo repentinamente frente a ella y le cerró el paso.

Lin Xin quería decir: '¿Cuál es el problema de conducir un Audi...?'

La puerta se abrió y Xiao Tian salió del asiento del conductor. Al verlo, Lin Xin decidió fingir que no existía. Ella bajó la cabeza, fingiendo no conocerlo, y continuó caminando hacia la puerta de su vecindario.

Xiao Tian la detuvo y le preguntó: "¿Li Ya nunca te violó en el pasado?"

Lin Xin lo miró fijamente y respondió: "No tiene nada que ver contigo".

Xiao Tian continuó investigando: "Ese año, nos usaste a mí y a mi madre, ¿no es así?"

Lin Xin ya no quería tener nada que ver con él, por lo que se echó a un lado y se deslizó ágilmente debajo de sus axilas.

Xiao Tian tomó la bolsa de frutas de sus manos y terminó rompiéndola, haciendo que las manzanas cayeran al suelo.

"¡Me tomó mucho tiempo elegirlos!" Gritó mientras se inclinaba para recoger las frutas una por una.

Xiao Tian no podía creer que las manzanas fueran más importantes que él. Insultado, se enojó tanto que levantó una manzana del suelo y la arrojó con fuerza a la cara de Lin Xin.

Lin Xin gritó de dolor mientras se cubría la mejilla derecha. Nunca pensó que Xiao Tian sería tan grosero como para arrojar manzanas a la gente. Desde el principio, nunca le gustó Xiao Tian. No tenía ninguna razón para gustarle, y ahora, se había enojado aún más con él.

Ella tomó una manzana y planeó marcarle con ella también. Pero después de pensarlo un poco, decidió volver a guardarlo en su bolsa de frutas.

Decidiendo ignorarlo, siguió caminando, agarrando dos bolsas de frutas sobre su rostro.

Xiao Tian pensó que ella tomaría represalias, pero no esperó nada.

"No te vayas", dijo mientras la agarraba del brazo.

Lin Xin levantó la pierna y le dio una patada que aterrizó en su pantorrilla, lo que lo hizo medio arrodillarse en el suelo, incapaz de pararse. Lin Xin lo miró y dijo: "No pienses que no voy a luchar".

Xiao Tian tenía el mismo temperamento que Lin Xin, no era alguien con quien se metiera fácilmente. Además, nadie se atrevió a atacarlo desde que era joven. ¿Cómo podría no estar enojado? Justo cuando estaba a punto de saltar, una figura apareció de repente y tiró de Lin Xin, aterrizando una patada en la boca de su estómago.

Cuando Xiao Tian se inclinó, miró hacia arriba (para ver a su atacante), y ambas personas dijeron simultáneamente: "Eres tú".

Su pecho ardía como si se incendiara. Esta sensación de ardor se extendió por todo su cuerpo. ¿Quién hubiera pensado que ese chico de repente podría patearlo? Siempre había sido tan frágil que no podía soportar una brisa más fuerte, tan débil que podría morir pellizcado.