4.

16K 1.3K 337
                                    

Guardé con cuidado el trozo de papel con el dibujo de la rosa entre las hojas de un libro nuevo. Me senté sobre el borde de mi cama, tocando la portada del libro sobre genética y lo dejé en la mesa de luz. Era solo eso. Un dibujo. Pero Lena se había percatado de mi interés por el y aunque eso no pareciera demasiado, en verdad era mucho. En un lugar donde la mayoría hacía de cuenta que no existía y otros me miraban con disgusto, tener un gesto amigable de parte de alguien era como un salvavidas en el océano. 

Pero más allá del gesto o de saber finalmente su nombre no sabía cómo estaban las cosas entre nosotras. La verdad era que ni siquiera habíamos intercambiado más de tres frases consecutivas, no estaba esperando ganar su amistad de la nada, solo quería saber un poco sobre ella... Le eché la culpa a la curiosidad. 

Respiré hondo y me levanté para irme a comer algo. Ya con la mano en la puerta entreabierta, ésta crujió ruidosamente por donde la estaba teniendo y solté una maldición entre dientes. 

—... ¿en serio? 

Me alejé un par de centímetros para ver la grieta que se había extendido hasta arriba debido al exceso de fuerza que había utilizado. Lo único que me faltaba era tener uno de esos momentos de invariable fuerza. Procuré tener cuidado en lo que restara del día.

Di un paso fuera de mi cuarto y cerré la puerta a mis espaldas, me llevé un susto de muerte cuando Maggie se asomó desde la cocina saludándome. Estaba segura de que la manija de la puerta estaba ahora hecha añicos pero no me atreví a mirar. En cambio caminé en mi mejor estoy increíblemente segura de mí misma hacia una banqueta de la cocina, frente a Maggie. 

—Has vuelto. Pensé que ya habías desaparecido. No me has dicho de qué trabajas aún —me pasó un tazón con cereal y una cuchara antes de suspirar pesadamente. 

—Esto de ir y venir me está matando realmente. Digamos que trabajo de un poco de todo, pero funciona para pagar mis estudios. 

—¿Es algo malo?

—¿Eh? No, está bastante alejado de eso —su corazón no se interrumpió ni una sola vez por lo que supe que decía la verdad pero cambió de tema—. ¿Has hecho algo interesante en mi ausencia? 

—Ojalá pudiera decir que sí.

—¿Nada? Dios, Kara, que aburrida. 

—¡No soy aburrida! Es solo que no tengo tiempo. 

—Podrías al menos unirte a algún club de deportes. 

—¿Yo?

—Claro, te ves en forma, te aceptarían en un segundo. Además ninguno de los atletas actúa como imbécil así que te llevarías bien muy rápido. 

—Quizás no esté lista aún.

—... Aburrida.

—¡Maggie! 

—Solo son los hechos...

—Te probaré que no es así. 

—¿Irás al club de manualidades? ¿Tocarás el triángulo? —dijo entre risas tirándome uno de los cereales. 

Hablamos de otras cosas durante un rato cuando mi celular vibró. Me costó un esfuerzo importante mirarlo.

Desconocido: ¿Te has enamorado alguna vez?

Kara: El extraño está enamorado, un hurra por ti. 

Desconocido: ¿Puedes responder?

Kara: No me parece que sea de tu incumbencia ese asunto.

My Yellow Sun; Supercorp.Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin