59.

9.9K 940 164
                                    

“Un día despertarás, te verás al espejo y me agradecerás por ser la persona que eres. Cada vez que des un paso hacia adelante, hacia algo más grande, me recordarás por el que te volvió una mujer fría y astuta. Vas a querer volver el tiempo atrás, vas a querer mi consejo. Mírame cuando te hablo, Lena. Mírame.”

—¿Lena? Lena, despierta. Soy yo.

Lena apenas podía respirar cuando desperté y la sentí moverse. Estaba bañada en sudor, le había costado abrir los ojos y en su mirada el miedo estaba presente. Escuchar su corazón latir tan deprisa me hacía sentir impotente. Pero podía hacer algo, si es que rodearla en un abrazo podía servir de alguna ayuda, aún así lo hice. Al principio intentó empujarme, pero dudaba que supiera de lo que pasaba a su alrededor ya que ni siquiera me miraba. Lo único que hacía era temblar. Le costaba mucho trabajo respirar y no fue hasta que sus ojos miraron mis manos a sus costados que supo que estaba allí. Una vez puedo sentirme empezó a relajarse.

Pasaron varios minutos hasta que se calmó del todo. Su cabeza descansaba en el hueco de mi cuello y pensé que se había dormido debido a la tranquilidad de su respiración, pero habló;

—Tengo miedo.
—¿De qué?
—De lo que pueda llegar a ser.
—¿A qué te refieres?
—Lionel apuesta todo a que seré igual o peor que Lex. Cuando todo comenzó él... Él solía decirme cosas así. Me aseguraba que le estaría en deuda por hacerme tan miserable. Que eso me haría una mujer fría, fuerte y sin distracciones que me alejaran de mi meta. Supongo que de alguna forma ha funcionado ¿no? —rió secamente. Aquel sonido desganado y tan irónico me dejó una sensación amarga en la boca—. Era alguien que sentía buenas emociones, tenía personas que me querían y él hizo que todo lo que amaba se volviera en mi contra. Era solo una niña cuando mi madre murió y él se aprovechó. No dejo de pensar que hubiera sido mucho más feliz si me iba con Lex. Aunque, claro, seguramente estaría mucho más pronto tras las rejas.
—No digas eso. Tal vez tú... Tal vez podrías haberlo ayudado, podrían haber hecho los dos algo mucho mejor —no era la mejor manera de decir lo que quería decir. En realidad parecía como si estuviera echándole la culpa por no irse con su hermano, pero esperaba que no lo tomara de esa manera—. Pero no es el fin. Has tenido que soportar tantas cosas, Lena, eso no te debilita ni te vuelve alguien peor. Te fortalece. Serás una mujer exitosa porque eres inteligente, dedicada y apasionada con cada cosa que haces.
—¿Cómo estás tan segura?

Y esta vez se separó de mí para mirarme, aunque nuestras manos seguían unidas. Estaba amaneciendo y la luz comenzaba a iluminar toda su cara. Había señal de que había vuelto a llorar, el cansancio era evidente pero aún así seguía siendo hermosa. Quité un mechón rebelde de sus ojos, respiré hondo y grabé en mi memoria ese momento.

—Porque creo en ti. Más que en cualquier otra cosa.

No eran grandes palabras pero con Lena no era necesario. Ella sabía que decía la verdad, así de fácil podía ser nuestra relación. No teníamos que mentir porque no era necesario, no hacía falta preguntar dos veces. Ella sabía, y también yo, que todo entre nosotras era real. Por eso asintió y apretó más fuerte mi mano.

—Tengo que ir al hospital —dijo luego de un tiempo—. Por Alison.
—¿De visita o algo más?
—Las dos cosas —añadió mucho más desanimada que antes—. Tengo que reunirme con los médicos ya que hay noticias y... Le llevaré sus chocolates favoritos.
—¿Quieres que vaya contigo?

Lena volvió a poner sus ojos en mí. Era tan vacía y desolada su expresión, tan rota y perdida. Pero no era todo. En el fondo guardaba la calidez de días mejores, la que bastó para regalarme una sonrisa a medias sincera y recordarme que a pesar de todo ella seguía allí.

—No es necesario, es un largo viaje y tienes responsabilidades que atender.
—Sabes que no me molesta.
—Lo sé pero la culpa me mataría.

My Yellow Sun; Supercorp.Where stories live. Discover now