37.

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Excalibur: Elizabeth está enferma o algo así, no pudo avisar pero ¿a quién no le gusta tener un par de días libres, eh?

La respuesta me había tomado por sorpresa. Me quedé viendo la pantalla sin saber cómo reaccionar. Eran las once de la noche y Excalibur había contestado. Me había pasado toda la tarde dándole vueltas al asunto, pensado en todas las veces que había hablado con Excalibur mientras que Lena no estaba por ninguna parte. Me sentía una tonta por no darme cuenta de eso. Lena nunca me había dado su número tampoco.

Pero mirando el mensaje, leyéndolo una y otra vez las dudas de a poco se disipaban. Lena seguiría un par de días más en el hospital y su celular, cosa que ya había confirmado, estaba en uno de los cajones de su habitación. No había manera de que pudiera haber respondido. Pese a que mi mente había divagado durante horas sobre la posibilidad de que Lena fuera Excalibur, de que comenzara a creer que hasta hablaban igual... De hecho, que Lena hubiera hablado con Elizabeth aquel día en que llegué tarde y que antes no hubiera querido entrar, pues era extraño.

Ahora no estaba muy segura de cómo me sentiría si hubieran sido la misma persona. En parte un alivio. Pero la realidad era otra y presioné las teclas, aún confundida.

Kara: oh, gracias, me alegro.
Kara: quiero decir que me alegro por no tener que ir, no porque esté enferma.
Excalibur: ¿de verdad, Kara? Cualquiera diría que estás incluso festejando.
Kara: no estoy de ánimos ni tengo las ganas para ponerme a festejar.
Excalibur: ¿qué te pasa?
Kara: mucho drama y estrés, estoy segura de que repetiré varias materias a este paso. Tengo pilas de cosas que estudiar y simplemente no puedo concentrarme.

Me quedé viendo mi propio mensaje. Si Lena estuviera aquí, sabría cómo ayudarme. Me diría que los temas son una tontería y que sólo es cuestión de leer un poco más. Pero si en cada palabra en la que mis ojos caían, mi cabeza la reemplazaba por su cara entonces no iba a funcionar.

Excalibur: puedo tratar de ayudarte si quieres.
Kara: dudo que de la nada reveles tu identidad y aparezcas en mi puerta.
Excalibur: pues no, pero por aquí podemos hacer mucho, tú mejor que nadie sabes eso.
Kara: oh, calla.
Excalibur: pero no es momento de que te toques pensando en mí así que busca tus apuntes que tendremos una larga noche de complejos estudios.
Kara: ni siquiera sabes lo que tengo que estudiar.
Excalibur: por una vez en tu vida, Kara, deja de dudar de mí.

Por más que creí que no llegaría a mucho con la cantidad de cosas que tenía en la cabeza, pude hacerlo bien. Excalibur me enviaba links de páginas interesantes donde explicaban con ejemplos y distintos tipos de cosas que no fueron difíciles de entender. A eso de las cuatro de la mañana Excalibur me envió la última página.

Excalibur: ahí está lo último, creo que te podrás orientar. Yo debo irme, el deber llama.
Excalibur: oh, y por cierto, no dejes que todos esos dramas de los que hablaste te hagan perder la razón. Recuerda que todo se soluciona al final, de buena o mala manera, pero da igual después de todo. Buenas noches.

Me quedé hasta que se hizo de día finalizando mis proyectos y no pude creer que estaba libre de tarea. Mi cabeza dolía un poco, necesitaba sol, pero aún así no estaba cansada. Me seguía preguntando cómo estaría Lena cuando la puerta de mi habitación se abrió y Maggie apareció con una bandeja plateada.

—Creí que dormías.
—Podría decir eso de ti, son apenas las seis y media.
—Tenemos clases —dijo suspirando. Puso la bandeja entre nosotras y se sentó.
—He dejado biología. —Maggie abrió los ojos y se quedó estática con la boca llena. —Demasiada carga horaria y... Pues quiero enfocarme solo en el periodismo. Pero no te preocupes, sigo obligada a tener biología general así que nos seguiremos viendo entre clases.
—¿Esta decisión tuya tuvo algo que ver con tener más tiempo para estar con Lena? Y no me vengas con que no es posible solo porque está presa.
—No... ¡No seas tonta! Pues no fue por eso, solo quiero más tiempo para mí.
—Y tu tiempo libre la incluye así que no sé por qué lo niegas.
—No tengo mucho tiempo junto a Lena últimamente —repliqué con amargura. La loca idea de ir a verla otra vez pasó por mi cabeza pero no tenía la certeza de que no hubiera alguien vigilándola. Pero pensaría en otra manera para ayudarla aunque el poco tiempo me estuviera pisando los talones. Maggie miró su tostada y le dio un enorme mordisco, cruzó los brazos sobre sus rodillas y miró un punto en la nada.
—Esto no tiene nada que ver pero estoy pensando en tu hermana.

My Yellow Sun; Supercorp.Where stories live. Discover now