16 Hija de un villano

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Erik

La habitación era fría y estaba muy oscura. Lo único que tenía era una delgada manta y una almohada ya muy gastada. La linterna que me habían dado cuando me encerraron en aquel lugar estaba estropeada, así que el único rayo de luz que entraba por una pequeña ventana en la pared era lo que mantenía la habitación iluminada (al menos un poco). No me permitían salir de ahí, y por eso perdí totalmente la noción del tiempo. Cuando pedía ir al baño me lo autorizaban, siempre y cuando me cubrieran bien los ojos.

Luego de que los Salvadores me alejaran de mi verdadero grupo le ordenaron a su médico que tratará mi caso. Aquella mordida de caminante me trajo la típica gripe, que al fin y al cabo termina matandote para después traerte de vuelta a la vida convertido en un monstruo. Estuve varios días en cama, recibiendo asquerosas medicinas mientras que al mismo tiempo inyectaban un fuerte suero en mi organismo, que en ocasiones me causaba mareos. No me arrepiento, ya que en dos semanas logré recuperarme, y ahora me sentía mucho mejor que antes. La mordida en mi brazo poco a poco se iba cerrando, y cada día me convencía a mi mismo que haber cortado la piel al instante fue bastante inteligente, pues me abrí las puertas a la supervivencia.

En una ocasión escuché disparos que atravesaron los muros del Santuario. Claro está que no me enteré de lo sucedido, pero algo me decía que los que tuvieron que ver en eso habían sido Rick y su grupo. Los echaba de menos, a todos. Allyson se convirtió en mi mayor preocupación; la última vez que la vi se le notaba aterrada. Me dolía demasiado saber que no podía estar a su lado para consolarla y protegerla de todo peligro. Deseaba tenerla entre mis brazos, susurrándole al oído que todo estaría bien... Pero lo que podía hacer estando ahí encerrado, era implorar que ella se encontrara con vida, esperanzada con poderme verme de nuevo.

Mi rutina en esa habitación era la misma de siempre. Me recostaba en el suelo imaginando cosas que jamás iban a suceder; entre ellas que el apocalipsis se terminara. Golpeaba la pared con una pelotita (que encontré en un rincón) por horas y horas, pero cuando por fin se perdía entre la oscuridad dejaba de hacerlo. Me llevaban al baño, regresaba, soltaba un fuerte grito de desesperación y luego me iba a dormir. A veces (si tenía suerte) me daban comida por una ranura en la puerta, y aunque no era lo que esperaba en varias ocasiones, prefería eso a nada. Si la mordida no me mataba lo haría el hambre.

Ahora me encontraba sentado sobre la manta, con mi cabeza recargada en la pared, haciéndome infinidad de preguntas que no comprendía.

¿Cómo es que pude sobrevivir? Escuché al doctor hablar sobre mi caso con Negan, porque claro está que él tampoco entendía mi situación. Digo... Cuando te muerden tienes que cortar toda la parte infectada, no solamente la piel, como yo hice. Algo estaba muy raro. Y me seguía preguntando: ¿Cómo es que pude sobrevivir? Al menos para mí no era lógico que no me convirtiera. Mantuve la mordida oculta por días, y no me sucedió absolutamente nada. ¿Qué diablos me pasaba?

Pasé ambas manos por mi cara con un suspiro incluído. Alguien tocó la puerta tres veces. Seguramente era Negan de nuevo. Luego de eso la única salida que tenía se abrió, dejándome ver al líder de los Salvadores.

-¡Hola! - me sonrió -¿Cómo te ha ido?

-Ya quiero largarme de aquí - respondí. La luz que entraba por aquella puerta me dañaba los ojos.

Por primera vez, Negan no traía a Lucille en sus manos.

-Bueno, hoy es tu día de suerte.

Se acercó hasta mi, me tomó de la camiseta e hizo que saliera de la habitación. Al estar fuera de ahí, me sentí libre después de tanto tiempo.

Mientras caminabamos por uno de los pasillos pude escuchar con claridad la voz de una chica, una chica a la cual conocía perfectamente. Enid.

-¡Sueltenme! - gritaba -¡Ya, déjenme ir!

Me solté del agarre de Negan y comencé a voltear a todos lados, buscando a mi amiga.

-¡Enid! ¡Soy yo, E...

A mí boca la cubrió una mano.

-Si no te callas juro que la mataré - me advirtió.

-¿Por qué a ella y no a mí? - me atreví a preguntar -¿Por qué no pudo verla?

-Chico, a ti no puedo matarte. Descubrimos que eres especial, y te necesito con vida... En cuanto a Enid y todo tu grupo, ellos creen que estás muerto.

Tragué saliva con dificultad. Un enorme nudo se había formado en mi garganta y estómago.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Para que no vengan a buscarte - me respondió obvio -Y también para que Enid se separara del grupo y así pudiera ser nuestra.

Estaba más que perdido. La cabeza me daba vueltas sin parar. ¿Para qué me querían? Yo era especial, ¿por qué?

-¿Y para qué quieren a Enid?

Vaciló un momento para responderme.

-Porque ella es mi hija.

Negan volvió a tomarme de la ropa y seguimos caminando. ¿Su hija? Era una broma, ¿cierto? ¿Cómo podía ser ella hija de esa horripilante persona? No, no, no, eso no podía ser verdad. Enid nunca nos habló sobre sus padres, y todos llegamos a la conclusión de que habían muerto cuando comenzó todo.

Solo se escuchaban los gritos de Enid pidiendo ayuda; la imaginaba tratando de huir de esos Salvadores que la tenían presa y el corazón se me oprimió. Debía hacer algo, no podía quedarme de brazos cruzados mientras que a mi amiga la torturaban quien sabe de qué manera.

Giramos a la derecha, y los gritos desesperados de Enid ya habían cesado por completo. Quizás la encerraron en una habitación igual como hicieron conmigo.

Finalmente llegamos a un lugar en el que se encontraba el doctor que me había estado ayudando con mi "enfermedad". Al verme me mostró una ligera sonrisa que al instante desapareció. Cuando ví un montón de materiales quirúrgicos acomodados en una larga mesa de metal las piernas me temblaron y el corazón se me fue a los pies. El doctor notó mi incomodidad y dijo:

-Tranquilo, no pasará nada. Solo queremos hacerte unos estudios para confirmar nuestra teoría.

Moví la cabeza hacia todas direcciones con nerviosismo. Todo parecía un mal sueño, del cual no podía escapar.

-¿Qué teoría? - pregunté, no tan seguro de querer saber la respuesta.

-Que eres inmune, Erik...


¿Creen que existe posibilidad de que Erik sea inmune?

#TeamCarl
O
#TeamErik

No me abandones: El final se acercaOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz