83 Estar siempre para ti

421 30 17
                                    

Hashtags del capítulo anterior

Hashtags del capítulo anterior

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.











Suspiré, frustrada.

—¿Cuánto tiempo tengo que estar aquí?

—Todo el día — respondió Madi a mis espaldas.

—¿Todo el día? — di media vuelta.

Ahí estaba Madi, con sus distintivos tacones negros, la bata blanca y los brazos cruzados acompañados de una mirada desafiante. Lo único que me separaba de ella y que me mantenía a salvo de sus acciones, era una valla que atravesaba la mitad del patio trasero. Por lo general no se usaba más que para nuestros descansos de unos minutos durante el día. Había bancas en las que podíamos sentarnos y algunos árboles que proporcionaban algo de sombra; aunque la realidad es que comenzaban a secarse.

—Eso ganas por entrometerte cuando te dejé en claro que no lo volvieras a hacer — no movió su cuerpo, solo su boca para reprocharme lo que ya sabía.

—Lo torturaban. ¿Querías que me quedara sin hacer...?

—¡Por favor, Allyson! — me interrumpió con un alto tono de voz — Esas descargas son inofensivas. Las reacciones de Erik son porque algo pasa en su mente, y quiero averiguarlo. Ya te lo dije; no somos monstruos, somos personas queriendo ayudar a los que quedamos.

Crucé los brazos y agaché la cabeza.

Estaba cansada. Madi había ido personalmente a despertarme mucho antes de que se activara la alarma del edificio. Me tomó del brazo y me llevó consigo hasta el patio trasero. Aún llevaba mi ropa para dormir, pues ni siquiera me dió algo se tiempo para cambiar mis prendas.

Llevaba al menos unas dos horas de pie a unos cuantos centímetros lejos de la valla divisora, con Madi vigilandome. Me recordó a la prisión por un momento.

—¿Por qué trajeron a Erik? — cuestioné, inquisitiva.

—¿A qué te refieres?

—Dijeron que era inmune, pero que no serviría para una cura — recordé lo sucedido, el día en el cual nos hicieron los análisis —... ¿Por qué cambiaron de opinión respecto a sus probabilidades de ayudar?

Madi colocó sus brazos a los lados y suavizó la intensa expresión en su rostro.

Era una duda que tenía desde que descubrí que Erik se había marchado con la gente del laboratorio, pero nunca tuve el valor de preguntárselo, quizás por miedo a lo que me diría.

—Nos equivocamos — soltó —. Los análisis que le hicimos en un inicio eran simples, y mostraban que no sería útil para elaborar la cura. Pero luego de eso, Chad siguió investigando. Estuvo días y noches analizando con detenimiento, haciendo pruebas con la muestra de sangre. Me dijo que le prometió a Erik hacerlo.

No me abandones: El final se acercaWhere stories live. Discover now