41 La última guerra (Parte 2)

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Era impresionante cómo el cuerpo de Enid se tornó pálido en tan poco tiempo luego de su muerte. Quizás era solo mi imaginación, pero no podía afirmar nada.

Los pocos Salvadores que se mantuvieron en pie no tuvieron otra elección más que rendirse ante nosotros. Maggie y los otros se encargaron de vigilarlos mientras descubrían a dónde se había marchado Rick; lo más seguro es que estuviera luchando con Negan en alguna parte.

Me quedé ahí, tirada en el suelo junto al cuerpo de mi amiga. La primera amiga que tuve dentro de todo ese caos. El remordimiento si que estaba atormentandome por haber tratado tan mal a Enid. Perdí el control de mis propios actos cuando Carl fue arrollado por Brooke; no encontré a nadie a quien culpar, excepto ella. Me convencí de que si no hubiera salido corriendo de Alexandria nada de eso habría pasado. ¿Cómo pude culparla? Enid no tenía idea de lo que pasaría, ¿cómo pudo llegar a saberlo? No había manera.

Incluso... llegué a tal punto de desear que estuviera muerta, y ahora la tenía frente a mis ojos sin vida, justo como lo había deseado. ¿Cómo es que pude querer a mi mejor amiga muerta? Debes tener cuidado con lo que deseas, porque tarde o temprano podría volverse realidad, y para cuando te arrepientas de aquello es probable que ya sea muy tarde.

—Ally.

Ignoré la voz de Erik llamándome, y me concentré solamente en acariciar el cabello de Enid con delicadeza. Su sangre se impregnaba cada vez más en mi ropa. 

—Vamos Allyson. Tienes que levantarte — insistió Erik. Me tomó ligeramente del brazo derecho, pero me solté de su agarre en cuanto sentí aquel tacto sobre mi. 

—Déjame — le miré empapada en las lágrimas que brotaban de mis ojos —. Todo esto es culpa mía — sollocé, regresando la vista al cuerpo tendido de mi amiga —. Si tan solo la hubiera dejado regresar a Alexandria aun estaría con vida. Yo maté a Enid.

Coloqué ambas manos sobre mi cabeza y apreté el cabello entre mis dedos con fuerza.  

—Ya basta, Allyson — Erik dobló sus rodillas para poder quedar a mi altura —

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—Ya basta, Allyson — Erik dobló sus rodillas para poder quedar a mi altura —. Te culpas por cada integrante del grupo que muere.  — suspiró, observando en cuerpo de Enid ensangrentado —. Todos queríamos a Enid. Pero debemos seguir adelante, por ella y por todos los demás que han caído.

Él bajó su cabeza. Sus brazos se apoyaron en el suelo y recargó un poco del peso de su cuerpo sobre ellos. Lo escuché sollozar, casi en silencio. Me conmoví. Era la primera vez que veía a Erik llorando, y eso causó que algo dentro de mí se rompiera al darme cuenta de que no solo lloraba por Enid, sino también por su amiga: Brooke. Maté a una persona muy importante para él.

Se llevó una de sus manos al rostro y limpió cada lágrima que salía por sus ojos sin siquiera levantar la cabeza.

—Lo lamento — me acerqué más para tomar sus hombros con mis manos —. Pude simplemente detenerla. Ya estaba herida, solo debí...

No me abandones: El final se acercaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora