32 Lo hecho está hecho

737 47 13
                                    

Los hashtags del capítulo anterior

#MiCapítuloFavoritoEsTodosDeLasTresTemporadas.

#MiCapítuloFavoritoEsGuts

#MiCapítuloFavoritoEsTODOSLiteralmente

#MiCapítuloFavoritoSonTodos





-Los Salvadores vendrán... Lo sé.

Anochecía. A cada minuto que pasaba, el sol se iba ocultando cada vez más. No sabía nada acerca del plan para cuando los Salvadores llegaran, pero Maggie me dijo que sería muy simple. Una vez que ella me contara cómo sería todo ya podría sentirme más relajada.

Había dejado de tener miedo. Cuando comenzó todo el problema a causa de Negan, estaba realmente aterrada. Primero llegó un completo desconocido a dañarme, aunque gracias a ello me reencontré con mi grupo. Creí que ya nada podía ser peor, pues luego de haber regresado con mi verdadera familia me sentí segura de nuevo. Pero después vino lo peor: Negan y los Salvadores. Al perder a Glenn y Abraham supe que se trataba de un tipo que nos sería difícil destruir. No me equivoqué en eso, pero si en una cosa. Negan no era una persona tan mala, al menos no para mí. Está claro que no lo demostraba, pero aún poseía un lindo corazón... O quizás eso quería creer.

-Ten esto - miré a Maggie. Me cedió un papel doblado por la mitad -. Ahí está hecho el plan que pondremos en marcha. Es muy entendible para cualquiera.

Me detuve para centrar toda mi atención en aquel papelito. Lo abrí y observé detalladamente su contenido. Efectivamente, tal como había mencionado Maggie, era fácil de comprender. Había unos cuantos dibujos, palabras y líneas que unían un paso con otro. Memoricé el plan en mi mente una y otra vez hasta lograr que se me quedara grabado. Una vez realizado, guardé el plan en el bolsillo trasero de mi pantalón y levanté la cabeza. Maggie había desaparecido y la noche cayó junto con su partida, envolviendonos a todos con su negrura. Me quedé inmóvil, viendo cómo se encendían las luces de la comunidad con la intención de iluminar cada rincón.

De repente, el sonido de una respiración agitada llamó mi atención. Sabía a la perfección de quién se trataba.

-Pero si es la mismísima Leila - hablé sin voltear a mirarle.

Pude ver de reojo que se posicionó a un lado de mi.

-¿Tienes ojos en la espalda o qué mierda? - me cuestionó, aportando un golpe en mi hombro derecho.

Me tambaleé un poco.

-No, pero si tengo oídos. No sé si te has dado cuenta de que te delatas tu sola.

-Oye - inició -, ya hablamos acerca de mi extraña respiración cuando me hundo en el nerviosismo.

Me reí. Esa alegría y paz dentro de mi no duró más de cinco minutos.

Los ruidos que emitían los autos de los Salvadores hicieron su aparición. Se escuchaban desde la lejanía, pero sin duda venían hacia nosotros, acercándose más a Hilltop. Leila me miró con una mueca en el rostro, yo hice igual.

-Ahí están - dije, confirmando la llegada de nuestros enemigos.

-Vayamos con los demás - sugirió ella y ambas nos pusimos en marcha.

Corrimos a través de las cosechas, esquivando a un montón de gente que se movía de un lado a otro, preparándose para el ataque. Algunas personas se refugiaban, en su mayoría mujeres mayores, mientras que otras salían al exterior para enfrentarse a Negan junto con nosotros. Veía que recargaban sus armas, guardaban sus cuchillos y metían municiones en bolsas bastante cómodas para cargar. Finalmente visualicé a Maggie en el porche del edificio principal, con una radio entre manos y la mandíbula tensa. Para el momento en el que llegamos a posicionarnos cerca de ella, los Salvadores ya se encontraban fuera de los muros de Hilltop, con la grata esperanza de que los dejasemos entrar. Alan se encontraba del otro lado de Maggie, me lanzó una pistola que cayó entre mis manos y me sonrió. Revisé el arma. Estaba perfectamente lista para ser utilizada tan pronto como fuera posible.

No me abandones: El final se acercaWhere stories live. Discover now