30 Lo inevitable

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#MiPersonajeFavoritoEsLeila

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#MiPersonajeFavoritoEsElÚnicoSalvadorQueSeQuedóYNoRecuerdoSuNombre

#MiPersonajeFavoritoSiempreSeránCarlRickCarolYMaggie

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Ok no
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-Hola, Ally - me saludó con cansancio.

Sollocé con una sonrisa en mi rostro.

-Hola... Carl.

Después de ver que se encontraba bien, pronunciar su nombre ya no me lastimaba, no más.

Me acerqué a él con pasos lentos pero seguros. Estiré la mano izquierda y acaricié su cabello. Se veía mejor que antes. Sus ojos, que antes eran de un color gris apagado, volvieron a ser azules; ese tono de azul que tanto me encantaba. Y, además de eso, la palidez de su rostro iba desapareciendo para que poco a poco pudiera recobrar su color natural. Supuse que descansó muy bien mientras no estuve, pues las horribles ojeras debajo de sus ojos habían desaparecido por completo. Ya casi no quedaba nada de ese caminante que estaba creciendo en su interior.

-Hey - exclamé -, estás bien. ¿Como te sientes?

-Mejor. Ya no estoy empapado en litros de asqueroso sudor - me respondió con algo de gracia.

Sonreí. Había funcionado. Sabía que él iba a ponerse bien.

Me tomé unos segundos para mirar el resto de la habitación. Ahí estaba Erik, detrás de la camilla en la que Carl estaba recostado, con un delgado tubo de plástico atravesándole la piel del brazo derecho. Sus párpados se encontraban cerrados y su respiración era algo agitada; podía ver cómo su pecho subía y bajaba con un poco de rapidez. A través de aquel tubo viajaba su sangre para ser intersectada en el cuerpo de Carl. Di tres pasos y me posicioné frente a él. Aunque sabía que no podía verme, le dediqué una tierna sonrisa. Coloqué ambas manos sobre su cabeza y besé su frente. Cuando sintió el tacto (casi inmediatamente), despertó. Sus ojos me miraron y suspiró. Fue un suspiro de alivio.

Tragó saliva antes de pronunciar palabra alguna.

-Estás bien.

-Gracias - le susurré -. Has salvado a Carl, y estaré eternamente agradecida.

Me agaché un poco para quedar a la misma altura y lo abracé con todas las fuerzas que me fueron posibles. Después de haberlo tenido tanto tiempo lejos de mi, ese abrazo fue algo muy placentero para mí. Pasé días, incluso semanas creyendo que Erik había muero, que se había convertido en un caminante. Pero no. Todo fue una farsa, porque todo ese tiempo que estuve tratando de asimilar su muerte, él se encontraba con vida, luchando por poder regresar a nosotros, a mi, al grupo al que en verdad pertenecía.

-No es nada. Un poco de sangre perdida no me hará daño. Créeme. He perdido más que esto.

Un golpeteo en la puerta me ditrajo de lo que estaba a punto de decir, y me ví obligada a mirar. Christi hizo su aparición. Nos miró a todos por unos instantes hasta que finalmente decidió pasar. Detrás de ella venía Siddiq con varios papeles entre manos que a mí me parecieron importantes.

Jamás creí que llegaría a decir esto, pero de verdad extrañaba a Christi, y verla de nuevo me levantó un poco el ánimo por alguna razón que inclusive yo desconocía.

No me abandones: El final se acercaWhere stories live. Discover now