5.(C) cómo no ser un buen amigo

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CEDRIC

XII

Ninguna cantidad de cartas previas le harían sentir menos nervioso.

El día había llegado, y estaba emocionado más que por el Mundial.

Iría junto a su padre, aunque él tenía compromisos laborales en el estadio. No le molestaba, puesto que la semana anterior había estado de vacaciones y la pasaron genial, saliendo de paseo y compartiendo tiempo de calidad padre-hijo.

Estuvo un rato largo para decidir qué ponerse.

Una camiseta gris y un pantalón negro que parecía más formal de lo que buscaba. Aun así, quería verse bien —exactamente el tipo de cosa en la que no pensarías antes de encontrarte con un simple amigo.

XIII

Con el morral y un abrigo en mano, recorrieron las praderas hasta la colina.

Tenía sueño, pero estaba lo bastante despierto.

Se asomó al escalar el inclinado suelo, y lo vio.

Harry llevaba una camiseta escarlata y unos pantalones oscuros raídos que caían sobre sus caderas. Su cabello lucía más corto de lo que lo había tenido el año pasado, y le quedaba bien .

Como bastante bien .

—¡Amos! —llamó un señor que reconocía Weasley, por el color de cabello.

Entonces Harry notó su presencia. Clavó sus ojos verdes en él, y la repentina calidez no se debía a que el sol de la mañana acabase de salir.

Cedric solo le sonrió, saludando al resto que se encontraban dispersos.

Debía de tratarse de toda la familia de Ron, y Hermione, que le devolvió el saludo a lo lejos.

—No sabía que te vería para ir al Mundial —escuchó a Harry decir, mientras se acercaban el uno al otro— ¿Tú sí lo sabías, no?

—Puede que fuese una sorpresa.

—Considerame sorprendido, entonces.

Se rió como si fuese lo más gracioso del mundo.

—Eso significa que vives por esta zona —razonó Harry.

—Creí que lo sabías. Conoces mi dirección.

Harry hizo una mueca.

—No sabía dónde quedaba, en realidad.

Su sinceridad y timidez eran tan entrañables.

Probablemente Cedric tampoco debería percatarse de que Harry parecía haber crecido un par de centímetros. O que de verdad el tiempo debía de haber pasado, porque se veía tan lindo bajo el amanecer. Su cabello tornándose marrón oscuro en vez de negro, con el flequillo apenas cubriendo su cicatriz. La idea de que las chicas sí que le adorarían este año era razonable, porque era Harry Potter y un chico más que agradable a la vista.

XIV

Su padre le avergonzó cuando el tema de conversación que abrió al conocer a Harry fue acerca del partido que habían jugado el uno contra el otro, y dejó de lado por completo el que Cedric le hubiese contado que no fue justa su victoria. Él insistía en que el mejor había ganado, y las palabras que alguna vez podrían haberle hecho sentir validado, ahora le apenaban.

—Lo siento, mi padre...

—Está orgulloso de ti —le dijo Harry, sin lucir molesto en lo absoluto—. ¿Así que le contaras a tus nietos sobre ese partido?

El chico que amo -HEDRIC (2)Where stories live. Discover now