84.(HC) peor que un dragón

152 20 8
                                    

HARRY

CII

Ni bien tuvo oportunidad a la mañana se dirigió hacia el primer piso.

Atravesó el pasadizo hasta tocar la puerta, que se abrió por su cuenta.

Encendió la luz y se encontró con que no había nadie allí.

Un papel sobre la mesa llamó su atención.

Para Harry, decía la carta con su propia caligrafía. 

La leyó en su habitación, con las cortinas cerradas.

No te atrevas a alejarte de Cedric solo porque las cosas sean difíciles. (Lo sé, las cosas siempre serán de esa forma con nosotros.) Tendrás una oportunidad que yo nunca tendré. No la desaproveches. Mereces ser feliz, aunque no lo creas. No arruines algo bueno en tu vida. Tú y yo sabemos que no hemos tenido muchas de esas. Cuida cada una de ellas.

Tú puedes con todo esto. Él también. 

CEDRIC

CXIII

La espera le estaba impacientando.

Se debatía entre querer tener ya aquella conversación con Harry y no querer porque desconocía la respuesta. 

Dudaba de si prepararse para lo peor o ilusionarse con el mejor escenario. 

Durante la tarde del viernes juzgó necesario estar a solas por un rato. Su habitación habría sido una buena opción, pero el movimiento de caminar le relajaba y ayudaba a meditar mejor. Se la pasaba pensando en qué le diría a Harry, tratando de encontrar las palabras, y en parte se arrepentía de haber sugerido hablar el domingo. Sentía que faltaba demasiado tiempo y a la vez tan poco. 

Podía tolerarlo. No sería justo adelantar la fecha.

Recorrió los pasillos menos transitados, sin cruzarse con nadie cercano.

Solo se topó con un conocido —una forma muy generosa de nombrarlo.

Se hallaba en compañía de dos chicos que desaparecieron para cuando se aproximó a su lado. Cedric dio la vuelta con rapidez al notarlo. 

—Hace rato que no te veo merodeando a Potter como su mariposa personal.

Draco inclinaba la cabeza para observarle, siguiéndole el ritmo apresurado. 

Cedric pensó que podría huir de él. Nada le apetecía menos que hablarle.

Probablemente preferiría enfrentar al dragón otra vez antes que esto. 

—¿Ya se ha aburrido de ti? ¿Tan pronto?

—Gracias por interesarte en el estado de mi relación —le contestó, cambiando de rumbo—. No es de tu incumbencia. 

Por unos segundos Draco permaneció en silencio.

—No sé cómo has podido creerle que entre él y yo no pasó nada… Es algo ingenuo de tu parte, ¿no te parece?

Consideró ignorarlo.

Lo habría hecho si su presencia no fuese tan molesta como un mosquito.

—Si él quisiera estar contigo, lo estaría. No le veo buscándote de ninguna manera. Más bien al revés. 

—No es lo que recuerdo de anoche…

Juró jamás volver a creer ni una sílaba que saliera de aquel chico.

La implicación de algo semejante hirvió su sangre y reaccionó sin detenerse a analizarlo. Sacó su varita y le lanzó un hechizo que lo derribó a unos metros contra la pared.

El chico que amo -HEDRIC (2)Where stories live. Discover now