El chico que amo -HEDRIC (2)

72.(CH) incluso si...

CEDRIC

XXXII

Se perdió dos clases, algo por lo que se martirizaría si no fuese por...

Todo el resto de preocupaciones en su cabeza.

Puesto a que quedaban unos minutos hasta el almuerzo, se pasó por la cocina para llevarle suficiente comida a Harry, y alcanzó a ser de los primeros en entrar al Comedor. Entre la horda de estudiantes que apareció, sus amigos se apresuraron hacia su lugar.

Muy curiosos.

—Usualmente cuando Harry Potter termina en la enfermería, hay una historia.

De nuevo no había pensado en eso.

—¿Pero él se encuentra bien, no? —cuestionó Tam, sentándose a su derecha— Imagino que faltaste para hacerle compañía.

—Se ha despertado —respondió, sin saber con certeza—. Luego me pasaré para averiguar si hay noticias sobre su recuperación.

—¿Ha tenido algo que ver algún profesor?

Willow le compartía los rumores sobre la inesperada ausencia de Harry, en relación a un altercado con Moody o Snape, considerando los años anteriores.

Como Malcolm insistía en preguntar, Cedric optó por una versión posible.

Una con la que se sintió bastante idiota, porque ¿quién permite que alguien se caiga y se rompa la cabeza?

Quitando las circunstancias, así fue —y no se le ocurrió usar un hechizo.

Sus amigos se comprometieron a no mencionar nada a nadie.

Otro de los rumores implicaba que Malfoy había estado involucrado.

XXXIII

Al traspasar la gran puerta, se chocó de inmediato con Ron y Hermione.

—No es horario de visitas —habló Madam Pomfrey—. Ustedes tendrían que estar en el Comedor.

—Ya hemos almorzado —explicó Hermione.

Una clara mentira, ya que les habría notado en ese caso.

—Eh, sí —soltó Ron—. Sí, ya comimos. Me llené, de hecho.

Madam Pomfrey distaba de ser ingenua y levantó una ceja.

—La carne guisada estaba deliciosa —comentó Cedric, y Ron le siguió la corriente alabando la labor de los elfos, sacándole una sonrisa contra su voluntad—. Solo queremos saber cómo está Harry.

—Duerme. El horario de visitas es después de clases. Hasta las ocho.

XXXIV

Intercambió con Hermione las versiones de los hechos ficticios y le notificó dónde estaba quedándose Harry. No le indicó la ubicación debido a que era un secreto que aquel Harry le había confiado y necesitaría conversarlo con ambos, pero ella no preguntó.

La enfermera no parecía sorprendida cuando los tres regresaron.

—Continúa descansando —les advirtió desde su lugar al fondo de la sala.

—¿Es eso normal...?

—Sí —le contestó ella a Ron, acercándose a dejar unos pergaminos sobre la mesita de luz—. Es de esperar considerando el agotamiento mágico que posee el señor Potter. ¿Alguno de ustedes sabe qué es lo que ha estado haciendo que podría haber causado esto? —les ojeaba con severidad— Porque esto sí que no es normal.