El chico que amo -HEDRIC (2)

22.(HC) bastante interesante

HARRY

XXXVIII

Su camiseta se había levantado y la capa caía a sus espaldas, por lo que uno de los dedos de Cedric tocaba la piel justo arriba de su cadera. Ajeno a su corazón irregular, se veía tan pacifico durmiendo.

Detestó tener que despertarle cuando Madam Pomfrey regresó.

Si la escena le pareció extraña, no lo mencionó.

Refregándose los ojos, Cedric escuchó con cuidado las indicaciones que le dio para su herida. Harry las recordaría, por las dudas. Lavado y re aplicación de la crema anaranjada. Dos citas en la enfermería y estaría como nuevo, le dijo.

Comprobó el estado de Harry y lo curó con un hechizo antes de dejarles ir.

—Los jueces ya han deliberado —resonaba la voz de Bagman cuando entraron a la Carpa—. Recibirán los resultados, una pequeña sesión de fotos y podrán volver a sus...

Incluso Fleur protestó ante eso, siendo la única que se veía en condiciones.

—Para que se limpien —les entregó a cada uno un pequeño trapo húmedo—. No querrán salir así en las fotos.

—¿Con la señora Skeeter? —preguntó ella con una mueca— Esa mujer sabe encontrar mi lado malo en la cámara.

Harry dudaba seriamente de que Fleur pudiera tener uno de esos.

—Hay magos fotógrafos de todas partes, señorita Delacour.

Eso pareció alegrarle. Solo a ella, porque Viktor lucía renuente a la idea. Tenía partes de su rostro cubiertos de tierra, pero eso no era nada a comparación con el estado de su atuendo. Harry no se había mirado a sí mismo y se pasó el trapo sin pensárselo dos veces.

—Tienes una mancha ahí —le señaló Cedric, tocando justo ese lugar de forma que pudo identificarlo al instante. Creyó haber conseguido quitarla, pero él usó el que le dieron para terminar el trabajo—. Ahora sí. Mucho mejor.

La ropa de Cedric no estaba tan deplorable y la crema en su mejilla comenzaba a absorberse, dejando pálida la piel visible sin ningún rastro de suciedad. Su cabello se encontraba despeinado de la forma cool y en realidad lucía...

—¿Tengo algo en el rostro? —cuestionó con una sonrisa bajo su mirada.

Harry se rió por haber sido atrapado, negando.

—¿Se ve... se ve muy mal? —murmuró luego, consciente de sí mismo.

—Te ves increíble, Ced. Como un guerrero o algo por el estilo. Ya sabes, de esas personas que han pasado por tanto y tienen muchas historias que contar.

En realidad le parecía que se asemejaba más a un príncipe.

¿Qué era un dragón sin uno de esos?

CEDRIC

XXXII

Al salir de la Carpa, una maraña de cabello enrulado invadió por completo su campo de visión. Malcolm le apretujó sin tanta delicadeza y cuando se distanció, no disimuló su expresión de disgusto al ver la quemadura en su mejilla.

Harry había dicho que no se veía tan mal.

¿Acaso mintió?

Willow y Tam también le abrazaron, sin mostrar ninguna señal de espanto.

Cho apareció para felicitarlos a ambos y Bagman los ahuyentó para regresar al estadio. Tenía una duda girando en su cabeza mientras escuchaba los resultados, acompañada de la certeza de que esa herida en su rostro no era a lo que Malcolm se había referido.