29.(HC) sonaba como magia

362 54 90
                                    

HARRY

LXVIII

Cedric no estaba al final de las escaleras del primer piso.

Quizás se habría demorado en la pista, pensó Harry sentándose a esperar.

Escuchó los pasos detrás suyo y se levantó para encontrarse con un abrazo de Cedric. Lo estrechó fuerte, apoyando su mejilla sobre su cabello, y Harry sintió cómo la maraña de emociones en su interior que no conseguía desenredar se convertía en una liviana bola de lana tan suave como la camisa de Cedric contra su rostro.

—Te extrañé —susurró y, aunque la respuesta de Harry fue amortiguada por su pecho, sabía que alcanzó a oír su «yo también» —. Ven, entremos.

Imaginó que Cedric querría pasar un rato juntos en privado.

Besarle y ese tipo de cosas para las que Harry se anotaría con gusto.

Le daba un poco de pena que se perdiera parte de la fiesta...

No hizo falta prender las luces del aula porque docenas de velas lo iluminaban todo desde sus lugares en cada pupitre. Excepto en el escritorio al frente, donde destacaban dos copas de vidrio.

Música instrumental sonaba de fondo.

—Creí que deberíamos tener nuestro propio baile —explicó Cedric, adentrándose en el gran espacio desocupado en el centro. Le dio la espalda por un momento antes de girarse hacia Harry, todavía de pie delante de la puerta cerrada—. Nunca tuvimos una primera cita real.

No sabía qué decir.

Aunque estaba conmovido, la angustia en su pecho aumentaba.

Porque se había pasado toda la noche imaginando cómo hubiese sido si ambos hubiesen asistido juntos, para darse cuenta de que no habría sido una buena cita de todos modos. El chico marginado y el chico popular probablemente nunca habrían sido la pareja perfecta para una fiesta.

Harry no era alguien divertido para estar alrededor.

Como fuese que lo mirara, Cho parecía ser la cita ideal.

Coordinaba sus pasos al bailar, era amable y dulce... Y podía ser que Harry hubiese tenido algún sentimiento por ella alguna vez, pero todo lo que quería ahora era ser la mitad de lo buena que ella sería para Cedric.

No estaba seguro de si podría ser lo mejor para él.

CEDRIC

LX

Se dio cuenta de que algo andaba mal por la forma en que Harry se acercó a abrazarlo con firmeza. Tan silencioso y de alguna manera metido en su cabeza como lo había percibido todo el día.

Cedric le devolvió el gesto, trazando círculos en su espalda.

—¿Qué estás pensando, Harry? —le preguntó con suavidad.

—No sé cómo decirlo —murmuró él, intentando buscar las palabras—. Lamento tanto que no... Que no hubiésemos pasado la noche juntos, porque sé que querías que fuese contigo y la peor parte es que yo también quería. Pero no podía imaginarme lo que... lo que dirían, y sé que dije que no quería estar en el ojo público. La cuestión es que estoy acostumbrado a ello, pero pensé que... Tú no y que nunca querría que pases por algo así debido a mí.

Alejándose lo suficiente como para ver su rostro, Cedric acarició su mejilla.

Harry no tenía que hablar de las cosas que había atravesado para que Cedric supiera cuántas huellas debían de haber dejado en él. Jamás le habría insistido porque lo comprendía y quería cuidarlo para que no volviese a vivir otra situación similar.

El chico que amo -HEDRIC (2)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz