El chico que amo -HEDRIC (2)

69.(C) siempre y cuando me quieras

CEDRIC

XI

Le contó a Malcolm lo que pasó, porque necesitaba hablarlo con alguien más.

Alguien que no estuviera en el medio.

Temía que lo malinterpretara como un engaño o que influyera en la imagen que tenía de Harry o de él, ideas que resultaron completamente infundadas.

—Harry está loco por ti, Ced —desestimó Malcolm cualquier preocupación.

Y me ama, pensó sin poder evitar un fugaz torbellino de felicidad.

—Nunca he visto a dos personas tan enamoradas como ustedes. Tengo un buen presentimiento —sonrió su mejor amigo, y cuando se trataba de ellos, Cedric también lo tenía—. Si necesitas ayuda para ocuparte de Malfoy, aquí estoy. Creo que Freddy ha de tener algún producto especial que nos serviría...

Le recordó cuánto no quería que otras personas supieran de esto, pues se trataba de un asunto privado del que solo confiaba en Malcolm para compartir, y le agradeció su ofrecimiento aunque tuvo que rechazarlo.

XII

Harry le hizo compañía durante su guardia de marzo.

Sujetaba su mano por los pasillos, una sensación curiosa debido a la suave y resbaladiza tela de su capa de invisibilidad. Contaba con la ventaja de que pasaría desapercibido si se cruzaban con algún estudiante fuera de su sala común o con una autoridad, y podía sentir la presencia de Harry con mayor seguridad.

Con nervios, Cedric le sostuvo la puerta para que entrara al aula.

Dejando la capa sobre una mesa, Harry se apoyó contra el escritorio.

Un beso le ayudó a calmarse.

—He estado pensando sobre ayer... —comenzó Cedric, en relación a aquella conversación incómoda que daba vueltas en su cabeza, y la confesión de sus sentimientos que le provocó el inicio de una sonrisa. Todo lo contrario a Harry, que se mantenía inexpresivo y Cedric consideró que quizás podría estar creyendo lo peor otra vez—. En ningún momento se me ocurrió terminar contigo, conociendo tu lado de los hechos. Lo que quería decir es que lamento si te ofendí... Con mi pregunta sobre Draco.

Viendo en retrospectiva, quizás no había sido justo.

Harry jugueteaba con sus propias manos, una mueca en su rostro.

—Me ofendería si aún crees que me gusta Malfoy.

—Me has dicho que no era el caso —respondió Cedric, bajo su atenta mirada—. Si... Si alguna vez sintieras algo por otra persona, ¿me lo dirías?

Con eso pareció desconcertar a Harry.

—Eso no pasaría... —frunció el ceño por un segundo— De acuerdo, trato hecho. Si te hace sentir mejor.

—Se extiende a ambos lados, por supuesto —señaló Cedric, con la crítica voz en su cabeza susurrándole que estaba haciendo las cosas mal—. Lo que tampoco creo que ocurriría... Oh, lo siento, supongo que estaba pensando en situaciones hipotéticas...

—No veo ninguna en la que no te amaría a ti.

Las mismas mariposas del día anterior se expandieron en su interior.

—Sí me asusta que no... No confíes en mí —continuó Harry, dudoso.

—Confío en ti —afirmó con tristeza—. No en Draco.

—Esa era la única cosa con la que podía contar con que no hiciera —rió por lo bajo y apretó su mano—. Me alegra que no haya arruinado lo mejor que me ha pasado.