58.(C) amable y preciosa

180 26 15
                                    

CEDRIC

CIX

Pretendía regresar a su cama sin distracciones.

Aquella poción surtiría pronto algún efecto —en su cuerpo.

Su mente, sin embargo, era el problema y desconocía si había algo para ello.

—¡Cedric! —le llamaron por detrás, y al voltearse se trataba de Jane, una prefecta de Hufflepuff de séptimo— Mañana a la noche tienes programada tu guardia de febrero, ¿querrías que la cambie...? Podría reemplazarte, incluso, si no te encuentras en condiciones de asistir.

Las noticias volaban, sin importar su inexactitud o veracidad.

Considerar no estar de guardia al día siguiente bordeaba lo tentador.

Podría aceptar. Jane era amable y se llevaban bien.

Cedric haría lo mismo por cualquiera de sus compañeros prefectos.

Solo que no estaba enfermo, y no sería correcto.

Medio que desearía que fuese de verdad.

CX

Entre las sábanas, se sentía casi como en un sueño, liviano y relajado.

Un hueco en su pecho le mantenía con el corazón en la boca.

Si cerrara los ojos y viera a su madre...

Si pudiera imaginar todo lo que habrían vivido.

Si fuese posible pasar un día con ella.

Si hubiese forma de no haberla vuelto a perder otra vez...

CXI

Ni siquiera se enteró de que la puerta rechinó.

Percibió un toque en alguna parte y un peso a un lado del colchón.

Los puntos nublados en su visión se convirtieron en una maraña de rulos.

—Nos juntaremos en un rato a estudiar en la sala común de Ravenclaw. Me tomé el atrevimiento de invitar a Harry y a sus amigos. ¿Vienes? —preguntó Malcolm por lo bajo y Cedric intentaba procesar la información entre la somnolencia— Estamos preocupados por ti. Sé que las cosas no están bien, pero...

—¿Pero...? —consiguió musitar con voz apagada.

—No lo sé. Quisiera poder decir algo que mejorara la situación.

Cedric le lanzó una débil sonrisa.

—Claro que iré. Suena divertido.

CXII

Una visita rápida por unos snacks, puesto a que Cedric se perdió el almuerzo.

Recorrieron los pasillos con sus libros de texto hasta llegar a la entrada, en donde les esperaban el resto. Hermione presionaba una enciclopedia contra su pecho, alegre, con Ron a su lado y Harry le observaba con un interés que dirigió por completo a la sala una vez que ingresaron, maravillado.

No alcanzó a verle cuando visitó la de Hufflepuff, pero dudaba que hubiese puesto esa expresión.

Hermione aceptó ser guiada por Cho a lo largo de las altas estanterías.

Tam, Will y Malcolm fueron en búsqueda de un sitio cómodo.

Cedric permaneció junto a Harry en la puerta.

—Este lugar...

—Me recuerda al siglo pasado. Elegante, ¿no?

Harry le ojeó de costado, con una sonrisa como diciendo cuántos años tienes.

El chico que amo -HEDRIC (2)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora