85.(CH) justo como debía ser

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CEDRIC

CXVII

Malcolm se había puesto la alarma temprano para desearle suerte, diciéndole que tenía un buen presentimiento sobre hoy. 

No debía estarse refiriendo a su desmayo en el bosque.

—¿Seguro de que no quieres ir a la enfermería…?

Disfrutando más de que debería la manera en que Harry le observaba con atención mientras caminaban por los pasillos, Cedric contestó:

—Dumbledore dijo que estaba bien, que no hacía falta. 

—¿Y qué sabe Dumbledore?

Se rió. Harry siempre le hacía reír. 

Cuánto extrañaba esto.

—Muchas cosas… —soltó solo para molestarle un poco.

—A ver, dime cinco.

Su sonrisa, su bendita sonrisa y el brillo en sus ojos verdes.

—De acuerdo, vayamos a la enfermería. Si te dejará tranquilo —accedió sin mayores dificultades, consciente de que pediría lo mismo si fuese al revés—. El dolor de cabeza que tenía desapareció con un hechizo de Dumbledore. Dijo que debía descansar. Madam Pomfrey le dará la razón.

HARRY

CVII

La enfermera les dejó un momento para preparar una poción.

Por si acaso, de prevención.

Se dirigió hacia su despacho disgustada, clamando que:

—Cómo el director no le va a mandar aquí directamente… O citarme, al menos. Hombre terco… 

—No sé por qué pensé que sería un día tranquilo —comenzó a hablar Cedric apenado, sentado sobre la camilla— para que… Para que pudiéramos hablar. Comprendo si ha sido demasiado por hoy y preferirías conversar mañana mejor.

Alcanzaba a oler la tierra mojada de su ropa manchada. 

—Quisiera… Preferiría que fuese hoy. Pero entiendo que debes descansar.

—Contigo descanso —le sonrió débilmente, girándose hacia donde Poppy se acercaba—. Hoy es entonces.

CEDRIC

CXVIII

Fueron al aula en la que solían reunirse.

El escritorio en el que hablaron tantas veces.

Donde se dieron su segundo beso.

Se encontraba tan nervioso y ya no conseguía recordar las palabras perfectas que pasó los últimos días buscando para empezar. 

Por lo que sacó el tema de la tercera prueba, ahora que sabían de qué era.

—Eso de los obstáculos suena complejo. Podríamos practicar juntos. 

—¿Aún si terminaramos? 

Se le cayó el alma.

—Te ayudaría aun si no fuéramos una pareja. Siempre contarás conmigo —consiguió admitir Cedric con un nudo en la garganta—. ¿Es eso lo que has decidido?

—No, pensé que podríamos decidirlo ambos. Juntos.

HARRY

El chico que amo -HEDRIC (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora