El chico que amo -HEDRIC (2)

43.(CH) es parte de esto

CEDRIC

XXXI

Harry caminaba por los pasillos como si tuviera un objetivo claro.

Sin cuestionarlo, Cedric le siguió y notó el exacto momento en que halló lo que sea que estaba buscando. Le sorprendió que se trataran de los gemelos Weasley, y que Harry pidiera hablar con uno de ellos en privado.

—No tardaré, Ced. ¿Me esperas?

Todavía llevaba una mirada extraña, pero dulce.

—El deber llama —clamó con alegría quizás Fred o George—. Hasta pronto. Cedric está en buena compañía —escuchó que le decía a Harry antes de desaparecer entre risas.

Ojeó al confundido chico a su lado, sin estar seguro de quién de los dos era.

Sería rudo si le preguntaba...

—Al parecer me he equivocado. No soy el favorito.

—Harry no tiene favoritos —respondió Cedric, bastante seguro de ello.

—¿Y tú? —preguntó con suspicacia él— Tú eres su favorito de todos.

Claro que tenía que ser Fred, porque Malcolm apareció de pronto.

Como si tuviera una alarma que le avisara cuando su novio hablaba con otro.

Besó la mejilla de Fred, y permaneció allí curioso.

—Estaba intentando averiguar si soy el gemelo favorito de Cedric —le contaba Fred, provocando que Malcolm se riera—. Creería que el que tú y yo estemos juntos me ganaría puntos. Harry ha elegido a George y me ha dejado por fuera. Una clara preferencia, sin duda.

Hizo un puchero, que Malcolm observó como si quisiera burlarse.

XXXII

Fred se alejó, exclamando que necesitaba saber de qué se trataba.

Malcolm continuó caminando, pero se volvió hacia Cedric.

—Estoy esperando a Harry —le explicó cuando regresó unos pasos atrás.

—¿Lo vas a esperar aquí solo? ¿En medio de un pasillo?

Aunque Malcolm pareciera sorprendido, Cedric asintió.

—Es un asunto importante.

—Lo imagino —contestó con un tono travieso—. ¿Por el Torneo, cierto?

Giró los ojos, divertido.

—Veo que tú y Fred van en serio, considerando que busca mi aprobación —se rió Cedric, sentándose en el suelo—. La cual, por supuesto, ya tiene. Si tú estás feliz, yo también. Te he visto sufriendo por él un largo tiempo...

Malcolm se dejó caer a su lado, subiendo las rodillas hasta el pecho.

—No le agrado a su hermano. George. No que conozca a todo el resto.

—¿Por qué? —se interesó, y se apresuró en saber— ¿Eso te preocupa?

En contraste con su expresión, respondió que no.

—Creo que es porque, eh, por cómo fui con Fred y mis señales confusas.

—Tiene algo de sentido —comentó Cedric, y no le ofendió.

Will y Tam ya le habían retado lo suficiente en aquellas épocas.

¿Cuál es el problema, Mal? Te gusta, le gustas. Es simple.

No es simple , diría Cedric sin poder usarlas a ellas como el ejemplo perfecto.

O a sí mismo.