El chico que amo -HEDRIC (2)

30.(CH) el único motivo

CEDRIC

LXIV

A la mañana siguiente le pusieron al corriente con los eventos del baile que se había perdido. En todo caso, Cedric esperaba anécdotas graciosas y no las increíbles noticias que tenía Willow, que volvían incluso más interesante el compartir Año Nuevo con los Lovegood el próximo fin de semana.

—¡Ginny besó a Luna en la pista! ¡Las vi! —hablaba con tanta energía a la vez que intentaba susurrar, lo cual parecía divertir a Tam por la forma en que la miraba con atención— Casi desearía que alguien también me hubiera besado...

Malcolm negaba con la cabeza mientras reprendía a Tam:

—¿Cómo que no la besaste?

—¿Y tú ya besaste a tu novio? —le preguntó ella, con una ceja enarcada.

—Bueno... Ya le había besado antes, así que sí.

—¿Cuándo? —quiso saber Willow y, aunque Cedric se rió por el abrupto cambio de tema, también tenía la misma duda.

—Y sí que la besé —aclaró Tam con suficiencia—. Al final de la noche.

—¿Están juntas?

La pregunta de Malcolm las tomó por sorpresa.

Tam fue la que se animó a responder:

—Si ella quiere, entonces sí.

—Qué romántica eres, Tam —comentó Will, girando los ojos con humor.

La rubia se inclinó hacia ella y le tomó la mano.

—Amada mía, ¿aceptarías comenzar una relación amorosa conmigo?

Claro que Will aceptó y Cedric se unió a los aplausos de Malcolm.

HARRY

LXXII

—No tienes que disculparte por Ron.

Alcanzó a Hermione luego de un incómodo almuerzo en donde ni ella ni Ron se dirigieron la palabra. Harry casi deseó estar en la mesa de Hufflepuff con Cedric, que se la pasó echándole miradas ocasionales, en parte para zafarse de aquel silencio.

—No lo haré —explicó, porque sabía cuán inútil sería—. Espero que hayas pasado una bonita noche con Viktor. No he hablado mucho con él, pero parece agradable.

El rostro de Hermione se iluminó.

—¡Me alegra que pienses así! Es un buen chico —dijo con una emoción que se fue perdiendo a medida que hablaba sobre la situación con Ron—. Se lo ha tomado mal. No lo entiendo...

Lo poco que Harry comprendía no podía comunicárselo.

Porque Ron se negaba a confirmar su única teoría, y no era justo decirlo así.

Hermione le contó sobre cómo Viktor se acercó a hablar con ella en la biblioteca para invitarla, y que, afortunadamente, nada de lo que habían pensado inicialmente sobre él era cierto. Ningún tipo de desprecio hacia las personas nacidas de muggles — «no se parece para nada a Malfoy» sonaba como el mejor cumplido. A Harry le alegraba escucharla contenta, pese a que sospechaba que todo aquello haría infeliz a Ron de alguna forma.

No fue para evitar que Ron se le adelantara.

Si estuviesen en buenos términos, sabía que él querría decírselo a Hermione.

Le pareció natural contarle en ese momento sobre Cedric.

Se esperaba un silencio como el que Ron había respondido.