El chico que amo -HEDRIC (2)

20.(H) eso ha sido romántico

HARRY

XXX

Besarlo era como si el cielo se hubiese convertido en una cálida presencia con manos suaves y aliento dulce. Cuando apenas se distanciaron, no era el único que sonreía. Cedric se inclinó una última vez por uno más antes de retroceder para decirle:

—¿Así que desde que me has conocido?

Tan divertido, con sus ojos grises mirándolo de una forma de la que no querría escapar.

—Todo el verano —meditó Harry— que nos pasamos escribiendo cartas.

—A la madrugada. Definitivamente arruinaste mi horario de dormir esos meses.

—Yo no tenía uno de esos para empezar —le respondió, haciéndole reír.

Nunca se había sentido así antes: liviano y como si todo estuviera por completo bien. Incluso cuando sabía que habían otras cosas, no las recordaba. Sus labios sensibles eran la evidencia que llevaba como una marca que creyó invisible hasta que vio los de Cedric, con un delicado tono rojizo.

Ese chico no podía ser humano.

Demasiado hermoso...

XXXI

No podía creerlo.

Tampoco parecía que Cedric lo hiciera.

Ambos lo encontraron gracioso, el hecho de que ninguno de los dos supiera acerca de lo que el otro sentía. A pesar de que Cedric no era el primero en creer que le gustaba Cho, le sorprendió escuchar que lo consideraba así desde aquel día en la enfermería en el que Oliver le molestó acerca de casi perder por una chica.

Irónico era que Harry sí que había perdido por un chico de Hufflepuff.

Se cayó por circunstancias excepcionales, pero aun así contaba.

Los gemelos aún le hacían bromas sobre ello de vez en cuando.

—Lamento no haber sido sincero contigo desde el principio —tuvo que pedir disculpas Harry, torturado porque no había dicho la verdad por las razones equivocadas—. No quisiera que pensaras que soy un mentiroso o algo así.

Que el resto en Hogwarts lo creyera no era una novedad.

La idea de que Cedric lo hiciera...

—Creo que ninguno de los dos ha sido de lo más sincero. Y me lo dijiste —le explicó con suavidad y, con una pequeña sonrisa contenida, agregó—: Pensabas que quería salir con ella y me habrías dado tu bendición.

Le dio vergüenza el que por un momento había sido todo lo contrario.

—Nunca habría pensado que tendrías ese tipo de códigos. Era lo mínimo.

—Harry Potter, sí que eres algo más. Jamás he conocido a alguien como tú.

Quiso saber a qué se refería con eso y probó bromear:

—¿Dices a alguien con tan mala suerte? ¿Un imán de problemas?

—No, hablo de alguien así de increíble. Alguien que me diría de la primera prueba incluso si no fuésemos amigos. Sabías que no saldría con ella por ti y no pudiste dejarme creerlo. Fuiste valiente y me lo dijiste. Habrías estado dispuesto a darme tu bendición solo porque pensaste que eso sería lo que quería. Lo correcto. Incluso cuando te gustaba.

Incapaz de sentirse tan increíble como lo hacía sonar, admitió:

—Si fuese valiente, te habría dicho sobre mis sentimientos hacia tiempo.