62.(CH) lo pensarán de todos modos

233 30 18
                                    

CEDRIC

CXXXIII

Sin dejar de besarse en lo absoluto, las manos de Harry se dirigieron hacia los pantalones de Cedric, esforzándose por desabrochar el botón. Cedric se sostuvo con los brazos a los costados, elevándose lo suficiente como para permitir que le bajara hasta la ropa interior.

Soltó la respiración contra su boca al sentir su toque.

Firme, cálido y Harry le mordía los labios.

Las sensaciones pulsando a través de su cuerpo se apoderaron de su mente, y besar su cuello no era suficiente. Sosteniéndose con rodillas temblorosas sobre el colchón, se irguió para mirarle. Profundos ojos verdes que no abandonaron los suyos. El único motivo por el que sus manos lo hicieron fue porque Cedric le quitó con cuidado el pantalón deportivo con el que había volado a la mañana.

Harry se sentó un momento, tomando los bordes de la camiseta de Cedric.

Besándolo y deshaciéndose del resto de su ropa.

CXXXIV

Harry Potter era precioso.

Lo sabía desde hace mucho y, sin embargo, tenerle así, con su pecho subiendo con suavidad, sus manos tocando a Cedric en donde sea que alcanzara y sus ojos... Sus ojos tan intensos que, en una urgencia desconocida, depositó besitos desde su cuello hasta su estómago.

Sus piernas y caderas, causando que Harry se removiera anhelante.

Harry le acariciaba el cabello, apretándolo en un puño mientras le llevaba a gemir finalmente con toda la privacidad del mundo.

Aunque eso nunca le detuvo antes.

Cedric sonrió un momento, disfrutando de observarle en tal estado cuando Harry le tomó del hombro para atraerlo hacia sí en un beso húmedo y murmurar:

—Me gustaría sentirte.

Con la voz sin aliento.

Fácilmente lo más caliente que había escuchado en su vida.

—¿Estás...? —casi se trabó al decirlo, con su corazón latiendo rápido— ¿Estás seguro? Hablaba en serio cuando dije que no te traje como una forma de... —se detuvo, sin saber cómo expresarlo. De presionarte. Quizás su mente se había desviado un poco, pero esto no formaba parte de un plan— Tenemos tiempo. No hay prisa.

La risa de Harry sonó por lo bajo, a un lado de su cuello.

—Creo que ya sabemos quién de los dos es el malpensado aquí. Sé que no es por eso que me trajiste —Harry pasó sus brazos por detrás de su espalda, presionando su mejilla contra su cabello—. Esto es en lo que llevo pensando desde que entramos. Te quiero, Ced.

Levantó la cabeza, resistiendo una sonrisa.

—¿Tú? —preguntó Harry, tímido— ¿Me quieres también?

—De todas las formas posibles.

Besó a Harry despacio, y los brazos a su alrededor se apretaron.

—¿Seguro? —pretendía asegurarse, haciendo reír a Harry.

—Muy. No sabes cuánto, pero si tú... Si tú no estás convencido, está bien.

—¿Esperarías por mí?

—Sí. Yo te... Te esperaría todo el tiempo que necesites —sonrió a medias Harry, pasando sus dedos en una suave caricia por las costillas hasta la cintura de Cedric, que le tenían la piel en punta—. Esperé bastante hasta que te enamoraras de mí, ¿no es así?

El chico que amo -HEDRIC (2)Where stories live. Discover now