47.(H) ¿soy yo o...?

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HARRY

XLIV

La osadía de Hermione casi le hizo olvidarse de todo por un momento.

—¿No tienes demasiadas cosas que hacer como para emprender una vendetta contra Rita Skeeter? —preguntaba Ron con una mueca— Ella no vale tu tiempo.

Casi, porque no desconocía sus responsabilidades.

—Las clases, estudiar —señaló Harry las actividades demandantes en las que la solía ver envuelta—. Preparar los exámenes.

Ayudarme, pensó con pesar.

Consciente de la propuesta que ocuparía una cantidad mayor de sus horas...

—Sí, eso —estuvo de acuerdo Ron, inclinando la cabeza sin dejar de mirarla—. A menos que tengas más tiempo de lo usual. Otra vez.

Hermione le dio un pequeño empujón con el codo, ojeando al resto.

Nadie parecía estar prestando atención a su conversación.

A excepción de Cedric, por supuesto.

Incluso aunque fuese sutil, Harry sentía sus ligeros movimientos y la manera en la que no parecía encontrarse en completa sintonía con las risas en la mesa. En parte le resultó dulce que pretendiera brindarles privacidad. Por otro lado, Cedric conocía toda la historia y nada de ello se trataba de un secreto.

No como...

Pero Harry no estaba manteniéndolo oculto, ¿o sí?

Le contaría.

Pronto.

Sí.

XLV

Sujetaba la mano de Cedric bajo la mesa.

No importaba cuánto trataba de participar, porque era incapaz de concentrarse por completo sin que ciertas palabras se infiltraran en su cabeza pese a sus esfuerzos de hacerlas a un lado.

Culpable.

Cada un par de minutos Cedric le brindaba un suave apretón que le devolvía a la realidad.

Muerto.

No podía evitar pensar en que quizás llegaría el momento en que...

Harry apretaba su mano de vuelta, un poco más fuerte de lo que debería.

Eso no va a pasar, intentaba convencerse.

No lo sabes, se respondía a sí mismo.

Voldemort.

¿Por qué tiene que llevarse a las personas que quiero?

XLVI

Observaría a Cedric por horas y horas.

La manera en la que sonreía y se reía.

Cómo conversaba con sus amigos.

En diversas ocasiones, se volteaba hacia Harry para decirle algo.

O solo para mirarle un instante.

Harry chocó su pierna contra la de Cedric, inclinándose hacia él.

Tanto como su tacto le sostenía en el presente, tenía un compromiso.

—Debo irme. Me encontraré con Sirius en unos minutos.

Cedric asintió con una ligera sonrisa en sus labios, su mano aún en su rodilla.

—¿Quieres que te acompañe? —preguntó por lo bajo.

El chico que amo -HEDRIC (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora