48.(CH) quería verte

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CEDRIC

LVIII

Lo primero que hizo luego de entrar al aula fue tirar de ambos lados de la bufanda desatada en el cuello de Harry, para dejar un suave beso sobre sus labios. Uno que Harry extendió con calmada ternura antes de abrazarle con fuerza.

Como si intentara transmitirle algo a través del gesto.

Cedric necesitaba palabras, no era tan bueno leyendo entre líneas.

—No sé de qué forma decir esto, pero tienes que saber la verdad.

Sin soltarle, Harry se quedó en un breve y pesado silencio.

—¿Mentiste acerca de algo...?

Acordarse de cuando confesaron sus sentimientos mantuvo su compostura.

Harry se alejó lo suficiente como para mirarle con una mueca.

—No exactamente yo, si me entiendes.

—Harry —habló en un impulso, la incertidumbre apoderándose de él.

Sabía que debía de haber muchas cosas que le ocultó.

O sobre las que no fue del todo sincero.

Aunque Cedric nunca hubiera esperado ser una de ellas.

LIX

Había muerto a manos de Voldemort.

En otra línea temporal.

La razón que traía a aquel Harry a estos tiempos era él.

—Ced, mírame. No dejaré, no dejaremos que eso pase aquí.

Escuchaba su voz, incapaz de sentir el toque de sus manos sobre la suya.

La veía como si estuviera fuera de su cuerpo.

Harry sujetó su rostro, acariciando la piel de sus mejillas con su pulgar.

—¿Me oíste? De ninguna manera voy a perderte. Idearemos un plan.

Luego pasó sus brazos por detrás de su cintura, atrayéndolo para continuar abrazándolo. Hablaba, pero Cedric ya no podía diferenciar una palabra de la otra y apenas comprendía los pensamientos que pasaban tan veloces por su cabeza mientras Harry sobaba su espalda. Por un instante quiso reírse, porque de camino al aula había pensado que sería él quien consolaría a Harry con lo que fuese que aquejaba su mente, y no al revés.

LX

Creyó que Harry no respondería a su pregunta respecto al cuándo.

Por toda la brujería del mundo, saltó fuera de su alcance.

—No puedo creerlo —murmuró sin aliento—. Yo mismo me metí en esto. Soy tan estúpido. Nunca tendría que haberme inscrito en este torneo. ¿En qué estaba pensando? ¿Que sería una buena experiencia para mi currículum? Eso es lo que siempre hago, presionarme a mí mismo a hacer cosas que probablemente no son para mí.

Las manos de Harry fueron lo único que lo contenían en su sitio.

—Claro que no eres estúpido. No lo sabías.

Pero sí lo sabía...

Malcolm...

Malcolm le había advertido, y no le escuchó.

Los sueños. Aquella pesadilla. La horrible sensación en su interior.

Volvió a dejarse caer sobre Harry, quien lo atrapó entre sus brazos.

El chico que amo -HEDRIC (2)Where stories live. Discover now