El chico que amo -HEDRIC (2)

91.(CH) en todas las dimensiones

CEDRIC

CXLV

—¿Por qué me besas? —susurró a escasos centímetros de Harry. 

—Un día sin un beso tuyo es mucho. Dos, peor.

—¿No estás enojado conmigo?

Sin demorar un segundo, respondió:

—Dudo poder enfadarme contigo. 

—Tendría mucho sentido si lo estuvieras... 

—Primero pensé que te referirías a Malcolm.

Eso le sacó una risa contra su voluntad, lo que podría ofender a su mejor amigo.

—¿Por qué él? —preguntó Cedric, intrigado— ¿Creías que sería posible?

Reconocía que eran más cercanos de lo que se acostumbraba ver en el mundo mágico a dos personas del mismo género.  

—Nunca me pareció que él gustara de ti o algo parecido, aunque en aquel entonces yo juraba que eras hetero. Además es que... —se quedó callado por medio minuto— Fred estaba... celoso de ustedes. Hace un tiempo. No le cuentes a Malcolm.

Daba las gracias por el aviso, porque sino le habría dicho.

—¿Y tú lo estabas? 

—No. 

—¿Hasta que Fred lo dijo...? —dudó, sacándole una sonrisita a Harry.

—No, no. 

—Nunca vi a Malcolm de esa forma. 

Harry asintió. 

—Si hubiera sido cualquier otra persona, quizás me hubiera molestado. Cuando dijiste quién, me sentí aliviado. Pienso que era... en cierto modo inevitable. Que en el fondo me lo imaginaba, que le querrías de algún modo. Recuerdo esos días que intercambiamos lugares y tú venías y me contabas de tu día. De su día. Cuánto te preocupabas por él. ¿Cómo podría enfadarme por ello? ¿Porque me ayudaste... sin siquiera saber qué había pasado? Antes de que supieras si era yo en este futuro o no.

Le picaban los ojos.

—En toda dimensión has de ser tan terco que no quieres aceptar ayuda.

—Admitiré —habló Harry, una pizca de diversión en su voz— que se sintió bien saber que podía contar contigo para lo que fuese. Que lo que sea que tenemos tú y yo va más allá. Que, si fuera al revés, yo también sentiría algo por tu otro yo. No puedo imaginar una forma en la que no te querría. 

Nunca se había encontrado tan conmovido y próximo al llanto a la vez. 

—¿Y si resultara ser... un mortífago? 

La ridiculez de la idea causó que las comisuras de sus labios se elevaran. 

—Soy desconfiado, barajé esa posibilidad antes de considerar si podríamos ser amigos. Aunque me entregaras al mismísimo Voldemort, te amaría. 

¿Qué había hecho para que Harry le quisiera así?

¿Siquiera merecía ese amor? 

¿Era digno de él? Todo lo que deseaba era serlo.

—Te amaría hasta mi último respiro, Harry —apoyó su frente contra la suya, seguro de que de esa manera había ocurrido. 

CXLVI

—No quisiera que... Que me perdonaras porque... Porque no quieres perderme.

Esos días Cedric se la pasó pensando que Harry le detestaría.